Internet necesita mas OVNIS y menos Saddam y Britney
Internet necesita mas OVNIS y menos Saddam y Britney
Por Burt Constable
Fuente: Daily Herald, Arlington Heights, Illinois (USA)
Fecha: 11 Enero 2007
Saddam Hussein no puede morir sin que alguien con un celular grabe no solo su muerte, sino también material adicional, para distribuir por Internet. Britney Spears no puede hacer de putilla por espacio de una noche sin que surja evidencia fotografica en Internet. YouTube.com tiene un video de un personaje de Walt Disney disfrazado de tigre que asesta un puñetazo en el rostro de un adolescente.
Los chicos no pueden beber de una manguera, los gordos no se pueden sentar en sillas frágiles, las viejas no pueden bajarse de embarcaciones incorrectamente amarradas y los padres de familia que sostienen piñatas no pueden recibir un golpe en la ingle sin que haya una cámara que capture el evento para algún programa televisivo de comedias.
De hecho, resulta imposible ir al trabajo sin que una cámara grabe nuestras compras de gasolina, mientras que compramos café, mientras que nos comemos una luz amarilla, mientras que atravesamos una cabina de peaje o ingresamos a nuestras oficinas.
Pero basta con iniciar una búsqueda por Internet del supuesto OVNI que apareció sobre el Aeropuerto Internacional de O’Hare en Chicago el 7 de noviembre para salir con las manos vacías.
El suceso, relatado el 1ro de enero del 2007 por Jon Hilkevich del Chicago Tribune, apareció en los medios internacionales desde CNN hasta los programas humorosos de medianoche, envuelve el avistamiento de un aparato con forma de platillo volador sobre el Aeropuerto O’Hare por varios minutos antes de desaparecer a través de las nubes con tal pujanza que dejó un boquete en los cielos nublados.
Sin embargo, no hay ni siquiera una imagen del OVNI de O’Hare que haya sido tomada por un teléfono celular, cámara de seguridad, equipo de televisión o turista con cámara.
“Sí, es sumamente frustrante”, dice Mary Kerfoot, veterana activista OVNI de la población de Schaumburg, quien desea que todos pudiésemos ver las naves y los seres de otros mundos que ha visto ella. “Será que las cámaras de seguridad no apuntan al cielo”.
Basta con otear las páginas ovni de mayor popularidad como mufon.com, paradigm-research.com o nuforc.net para quedar poco más que defraudado. Luces brillantes, videos temblorosos y puntos de movimiento veloz en el cielo que no impresionan a una generación acostumbrada a los OVNIS teatrales de “La guerra de los mundos”, “Independence Day” o hasta el pietaje de “Encuentros cercanos del tercer tipo” de hace 30 años.
“Pensaría cualquiera que sería fácil y que bastaría con alzar el brazo y tomar una foto”, dice Sam Maranto, planificador financiero de Orland Park que se desempeña como director de la Illinois Mutual UFO Network.
Pero generalmente no es así.
“Yo creo que la mayoría de la gente está tan alucinada que no quiere despegar los ojos ni por un segundo”, opina Maranto, que se incluye a sí mismo en esta última categoría. “Cualquier cosa genuina emite una frecuencia, y es algo que parece mas que nada como una distorsión. Así que nunca vas a conseguir una foto perfecta. Si tienes la foto perfecta, debes preguntarte si puede ser un fraude”.
Además, argumenta Maranto, los estadounidenses creen en muchas cosas distintas – desde la existencia de los ángeles a la posibilidad de que el equipo Cubs de Chicago gane la Serie Mundial del 2007 – con aún menos evidencia física.
Bob, el hijo de Kerfoot, se autodescribe como “un escéptico total” cuando “quedó pasmado” por una figura extraña y oscura, con forma de diamante, que se cernía en el cielo el 12 de agosto de 2006 y se desplazaba en vertical sobre el centro comercial Woodfield en Schaumberg. Como estudioso de ciencias informáticas, Bob no está listo para conceder que fue ni un OVNI, ni un aparato militar o extraño reflejo atmosférico. Pero promete que si alguna vez llega a ver algo parecido, “le sacaré un retrato”.
Una foto definitiva de algo fuera de este mundo representaría una diferencia mayúscula para un público cínico.
“No estoy de humor como para aguantar críticas”, gruñó Peter B. Davenport, director del National UFO Reporting Center en el estado de Washington. Un mes después de haber colocado el avistamiento en su página web (www.nuforc.org) el exasperado Davenport finalmente pasó la información a Hilkevitch del Chicago Tribune, quien dice que le tomo algún tiempo ganarse la confianza de los testigos, localizar fuentes adicionales y obtener el material para su nota de prensa.
“Es frustrante para mí también”, manifiesta Davenport, que no tiene ni los recursos ni la fuerza de los medios convencionales. “No puedo hacer nada en cuanto a tu desilusión. Dame un presupuesto y dame una plantilla. Dile al gobierno que abra sus expedientes”.
Davenport afirma que hay fotos del avistamiento de O’Hare, y que junto con las demás tareas ovni que realiza a diario, está tratando de darlas a conocer al público. “El National UFO Reporting Center tiene datos que yo considero, junto a muchos otros, como información muy contundente sobre el fenómeno”, dice Davenport, criticándome a mí y a otros reporteros por no asistir a sus cientos de presentaciones.
“El problema es que parece que hay pruebas físicas, pero el factor del ridículo es muy prominente”, opina Mary Kerfoot, aseverando que la sociedad no creerá en los ovnis hasta que el presidente de los Estados Unidos diga que tiene “evidencia factible”.
“Por supuesto”, agrega Kerfoot, reflexionando sobre el estado actual de la credibilidad, “eso no pasaría durante esta presidencia”.
(traducción (c) 2007, S. Corrales, Arcana Mundi)
Por Burt Constable
Fuente: Daily Herald, Arlington Heights, Illinois (USA)
Fecha: 11 Enero 2007
Saddam Hussein no puede morir sin que alguien con un celular grabe no solo su muerte, sino también material adicional, para distribuir por Internet. Britney Spears no puede hacer de putilla por espacio de una noche sin que surja evidencia fotografica en Internet. YouTube.com tiene un video de un personaje de Walt Disney disfrazado de tigre que asesta un puñetazo en el rostro de un adolescente.
Los chicos no pueden beber de una manguera, los gordos no se pueden sentar en sillas frágiles, las viejas no pueden bajarse de embarcaciones incorrectamente amarradas y los padres de familia que sostienen piñatas no pueden recibir un golpe en la ingle sin que haya una cámara que capture el evento para algún programa televisivo de comedias.
De hecho, resulta imposible ir al trabajo sin que una cámara grabe nuestras compras de gasolina, mientras que compramos café, mientras que nos comemos una luz amarilla, mientras que atravesamos una cabina de peaje o ingresamos a nuestras oficinas.
Pero basta con iniciar una búsqueda por Internet del supuesto OVNI que apareció sobre el Aeropuerto Internacional de O’Hare en Chicago el 7 de noviembre para salir con las manos vacías.
El suceso, relatado el 1ro de enero del 2007 por Jon Hilkevich del Chicago Tribune, apareció en los medios internacionales desde CNN hasta los programas humorosos de medianoche, envuelve el avistamiento de un aparato con forma de platillo volador sobre el Aeropuerto O’Hare por varios minutos antes de desaparecer a través de las nubes con tal pujanza que dejó un boquete en los cielos nublados.
Sin embargo, no hay ni siquiera una imagen del OVNI de O’Hare que haya sido tomada por un teléfono celular, cámara de seguridad, equipo de televisión o turista con cámara.
“Sí, es sumamente frustrante”, dice Mary Kerfoot, veterana activista OVNI de la población de Schaumburg, quien desea que todos pudiésemos ver las naves y los seres de otros mundos que ha visto ella. “Será que las cámaras de seguridad no apuntan al cielo”.
Basta con otear las páginas ovni de mayor popularidad como mufon.com, paradigm-research.com o nuforc.net para quedar poco más que defraudado. Luces brillantes, videos temblorosos y puntos de movimiento veloz en el cielo que no impresionan a una generación acostumbrada a los OVNIS teatrales de “La guerra de los mundos”, “Independence Day” o hasta el pietaje de “Encuentros cercanos del tercer tipo” de hace 30 años.
“Pensaría cualquiera que sería fácil y que bastaría con alzar el brazo y tomar una foto”, dice Sam Maranto, planificador financiero de Orland Park que se desempeña como director de la Illinois Mutual UFO Network.
Pero generalmente no es así.
“Yo creo que la mayoría de la gente está tan alucinada que no quiere despegar los ojos ni por un segundo”, opina Maranto, que se incluye a sí mismo en esta última categoría. “Cualquier cosa genuina emite una frecuencia, y es algo que parece mas que nada como una distorsión. Así que nunca vas a conseguir una foto perfecta. Si tienes la foto perfecta, debes preguntarte si puede ser un fraude”.
Además, argumenta Maranto, los estadounidenses creen en muchas cosas distintas – desde la existencia de los ángeles a la posibilidad de que el equipo Cubs de Chicago gane la Serie Mundial del 2007 – con aún menos evidencia física.
Bob, el hijo de Kerfoot, se autodescribe como “un escéptico total” cuando “quedó pasmado” por una figura extraña y oscura, con forma de diamante, que se cernía en el cielo el 12 de agosto de 2006 y se desplazaba en vertical sobre el centro comercial Woodfield en Schaumberg. Como estudioso de ciencias informáticas, Bob no está listo para conceder que fue ni un OVNI, ni un aparato militar o extraño reflejo atmosférico. Pero promete que si alguna vez llega a ver algo parecido, “le sacaré un retrato”.
Una foto definitiva de algo fuera de este mundo representaría una diferencia mayúscula para un público cínico.
“No estoy de humor como para aguantar críticas”, gruñó Peter B. Davenport, director del National UFO Reporting Center en el estado de Washington. Un mes después de haber colocado el avistamiento en su página web (www.nuforc.org) el exasperado Davenport finalmente pasó la información a Hilkevitch del Chicago Tribune, quien dice que le tomo algún tiempo ganarse la confianza de los testigos, localizar fuentes adicionales y obtener el material para su nota de prensa.
“Es frustrante para mí también”, manifiesta Davenport, que no tiene ni los recursos ni la fuerza de los medios convencionales. “No puedo hacer nada en cuanto a tu desilusión. Dame un presupuesto y dame una plantilla. Dile al gobierno que abra sus expedientes”.
Davenport afirma que hay fotos del avistamiento de O’Hare, y que junto con las demás tareas ovni que realiza a diario, está tratando de darlas a conocer al público. “El National UFO Reporting Center tiene datos que yo considero, junto a muchos otros, como información muy contundente sobre el fenómeno”, dice Davenport, criticándome a mí y a otros reporteros por no asistir a sus cientos de presentaciones.
“El problema es que parece que hay pruebas físicas, pero el factor del ridículo es muy prominente”, opina Mary Kerfoot, aseverando que la sociedad no creerá en los ovnis hasta que el presidente de los Estados Unidos diga que tiene “evidencia factible”.
“Por supuesto”, agrega Kerfoot, reflexionando sobre el estado actual de la credibilidad, “eso no pasaría durante esta presidencia”.
(traducción (c) 2007, S. Corrales, Arcana Mundi)
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