Sunday, March 13, 2016

La vaca que cayó del cielo



La vaca que cayó del cielo: evidencia científica respalda la teoría de que una vaca mutilada cayó desde el cielo y rebotó.
Por Linda Moulton Howe
(c) 2006


24 de noviembre de 2006 – Valier, Condado de Pondera, Montana: Esta semana visité a Tom Kuka, comisario del condado de Pondera y a su alguacil en jefe, Dick Daily, al alguacil Ed Ericskon en sus oficinas del Tribunal de Conrad. Me encontraba ahí para trabajar con una cinematográfica de Toronto en la producción de una teleserie titulada Best Evidence a transmitirse por Discovery Channel en el 2007. Viajaba con Michael Sheehan, el productor del segmento, y su camarógrafo Douglas Monroe de Pleasant View, Utah, para entrevistarnos con el comisario Kuka y sus alguaciles en el rancho de John y Patricia Peterson en la localidad de Valier, al noroeste de Conrad. Conrad tiene una población de 3000 y Valier de 500.

El 8 de octubre, los Peterson habían trasladado parte de su ganado a uno de sus pastizales en Valier después de la cosecha de la cebada. Los rancheros sabían que todo iba bien a las 17:00 horas de esa tarde antes de cerrar la reja e irse a la casa. Temprano por la mañana el 9 de octubre, un vecino pudo ver la vaca tirada a unos cincuenta pies detrás de la alambrada de los Peterson a lo largo del camino condadal, pero no dio parte a las autoridades sobre la vaca. Posteriormente, el 11 de octubre de 2006, los Peterson descubrieron la vaca muerta y mutilada y llamaron al comisario Kuka. Ninguna de familias ganaderas en un radio de una milla de la posición del cadáver mutilado de la vaca tuvo conocimiento del asunto ni percibió nada inusual. A una milla al este se encuentra una estación de lanzamiento de proyectiles de la USAF.



Mirando al sur a lo largo del camino condadal de gravilla en Valier, Montana, 25 millas al noroeste de Conrad. Las fechas rosadas indican el cadáver muerto y mutilado de la vaca a la par que se acerca uno de los alguaciles.
Foto tomada por Dick Dailey, alguacil en jefe, condado de Pondera..

El 21 de noviembre, mientras que nuestras camionetas rodaban sobre el camino de gravilla, la gran vaca negra sobresalía entre el campo de color beige a la luz del sol de la tarde. En ese momento ya habían transcurrido unas seis semanas desde la muerte, pero ningún coyote ni otro depredador se había aprovechado del cadáver. Sin embargo, hubo un intruso humano: un vecino dijo que un afiliado de la cadena de televisión NBC de Montana le había cortado la cabeza a la vaca el sábado, 18 de noviembre, antes de nuestra llegada. Uno de los vecinos de los Peterson dijo que el motivo detrás de la decapitación era que un laboratorio universitario de Montana deseaba examinarla. Pero los Peterson me dijeron que nadie les había pedido permiso para remover la cabeza.
El resto del cuerpo visible mostraba que la ubre había sido extraída con un corte circular, como en la región anal/vaginal. Además de la ubre extirpada y del agujero rectal vaginal, el comisario Kuka y sus alguaciles habían hallado, el 11-12 de octubre de 2006, que la oreja izquierda, ojo, tejido ocular, lengua y maxilar del animal habían sido extirpados. En total, dicha lista de tejidos extirpados resulta típica en las mutilaciones mundiales de animales que se vienen dando desde la década de los ’60.



El comisario Tom Kuka y los alguaciles del condado de Pondera examinaron la cabeza de la vaca mutilada el 12 de octubre de 2006. Se han extirpado: la oreja izquierda, tejido ocular, tejido maxilar izquierdo, lengua, ubres y tejido anal/vaginal. Foto tomada por Dick Dailey, alguacil en jefe, condado de Pondera.



Maxilar izquierdo totalmente desglosado y sin sangre, como sucede en la mayoría de los casos de mutilaciones de granado desde mediados de la década de 1960.
Imagen © 2006 Pondera County Sheriff's Office.

La vaca rebotó contra el suelo

El comisario me llamó después de sus primeras visitas en octubre al rancho de los Peterson para decirme que parecía existir una marca de rebote de a unos cuatro o cinco pies al sureste del cadáver de la vaca. La tierra estaba apilada contra el lado norte de la marca, sugiriendo la posibilidad de que la vaca de 1300 libras de peso había caído desde lo alto con suficiente fuerza como para impactar contra la tierra y rebotar hasta su posición actual, con sus patas y cabeza apuntando hacia el norte.
Uno de los misterios, dijo el comisario Kuka, es que aunque la evidencia en tierra indicaba que la vaca había rebotado de sur a norte, los rastrojos de cebada de 6 pulgadas de alto estaban apilados de manera pareja y aplastada de norte a sur, en el sentido contrario.
A comienzos de octubre, tramité una charla entre el comisario Kuka y el biofísico W.C. Levengood en Michigan sobre cómo muestrear la tierra y las plantas jóvenes de cebada que crecían entre los rastrojos. Hoy entrevisté a W.C. Levengood en su laboratorio acerca de sus análisis hasta el momento, que respaldan la teoría de que la vaca de los Peterson había caído desde una gran altura, ya muerta y mutilada.



W. C. Levengood, biofísico, equivalencia de doctorado, Pinelandia Biophysical
Laboratory, Grass Lake, Michigan. Fotografia © por Linda Moulton Howe.

Entrevista:
W. C. Levengood, biofísico. Pinelandia Biophysical Laboratory, Grass Lake, Michigan: “Les doy el nombre de excisiones bovinas porque las alteraciones al tejido de la vaca no solo son consistentes, sino que muy precisas también. Lo que encontré en la vaca del condado de Pondera – gracias a la buena labor del comisario Tom Kuka – fue por las excelentes muestras de suelos y de cebada. Las muestras se tomaron a varias distancias de la vaca. En las direcciones norte y oeste, encontré mayormente lo que se había hallado en la mayoría de los sitios de mutilaciones. A la par que nos alejamos del animal, la energía en las plantas y los suelos que soy capaz de medir aumenta hasta a 20 pies del la vaca (un circulo de 20 pies de diámetro alrededor de los animales mutilados, en el que las energías mensurables son mas elevadas). Entonces, las fuerzas decaen de manera típica y consistente por distancia de los animales muertos. Esto fue lo que pude hallar con la vaca del condado de Pondera. Pero las anomalías fueron sorprendentes.
[...]
Mi hipótesis es que cuando la vaca del condado de Pondera cayó desde el cielo, redujo la energía natural presente en las moléculas de agua del terreno. Los suelos normales tipo silicato tienen una carga negativa en los pequeños granos de arena y cristales. Por ese motivo, cuando viene una nube de tormentas con una carga positiva en su fondo, se descarga contra la tierra, dado que la tierra tiene una carga negativa.

Así pues, pienso que la vaca de Montana tenía peso suficiente (1300 libras) como para producir una onda o pulso de energía positiva que neutralizó energía presente en los suelos. Así, que al menos provisionalmente, los suelos cerca y debajo de la vaca tenía una energía de casi cero.

Justo en la vaca, la energía de las plantas era anormalmente baja. Esto tendría sentido porque cuando la vaca chocó, el impacto inicial y el segundo aterrizaje [hicieron] que las energías se neutralizaran

¿En el punto de rebote donde se amontonó la tierra y donde aterrizó la vaca?

Correcto. No recuerdo haber tenido un grado de direccionalidad tan tremendo (de sur a norte) en las muestras de suelos y plantas que pude ver ahí. Normalmente se encuentran en anillos en torno a los animales y no en una dirección específica.

¿Cayó a tierra la vaca de Montana debido a uso de tecnología avanzada de haces? Si estamos enfrentando una tecnología avanzada de haces, como la han descrito algunos testigos presenciales, es posible que la vaca del condado de Pondera quedó suspendida dentro de dicho haz y se desplazaba en un ángulo sobre el terreno, interactuando con el terreno tal vez a 200 pies de dónde eventualmente impactó el animal?

Bien puede ser. No tengo manera de decir precisamente de dónde provino dicha fuerza, ni lo que la causa. Pero se trata de una hipótesis razonable por que la he encontrado en otros sitios de extirpación bovina, en donde no existe evidencia física alguna de caída. Existe el indicio de un pico energético a veinte pies del animal y alrededor del animal. Crea un círculo de alta energía en torno al animal.

¿Eso también podría explicarse si existiese un haz proyectando un círculo contra el suelo en el punto donde cayó el animal?


Sí, es correcto. Es una posibilidad.

Si seguimos conjeturando, ¿es posible que la tecnología de haces causó que los rastrojos de cebada quedaran aplanados de norte a sur antes de que el cadáver de la vaca hiciese impacto, rebotando de sur a norte?
Tal vez.

[Traducción de Scott Corrales para Arcana Mundi (c) 2006 con agradecimiento a Linda Moulton Howe]

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