De Matrix al Mundo Real: Armas Electromagnéticas

Los entusiastas de la ciencia-ficción no se olvidarán de la película “The Matrix” y sus dos entregas posteriores (Matrix Reloaded y Matrix Revolutions) y el extraño y nuevo mundo que ofrecían los espectadores. En la guerra entre humanos y robots plasmada en la gran pantalla, una de las únicas armas capaces de desarticular a las máquinas eran las bombas de EMP (pulsación electromagnética) disparadas por las naves de los humanos. Como siempre, la imaginación y el mundo de la fantasía se adelantaban con creces a la vida real.

La revista Global Security (globalsecurity.org) acaba de publicar un artículo sobre las armas EMP y HPM (microondas de alta potencia) y el desarrollo de semejantes municiones para usos de combate, sabotaje y terrorismo. “Debido a las restricciones de clasificación,” señala el artículo de Global Security, “los detalles de este trabajo son relativamente desconocidos más allá de la comunidad militar y sus contratistas”.

Denominadas “bombas-e”, los dispositivos EMP y HPM son capaces de inflingir daño masivo a los sistemas electrónicos vulnerables a las transiciones de fuerza. Estas armas generan pulsaciones breves e intensas de energía que resultan en transiciones de fuerza de miles de voltios. El resultado: la desarticulación de aparatos electrónicos que no dispongan del blindaje apropiado. Las microondas, según el artículo, son aún más eficaces contra los equipos electrónicos, y blindar estos contra tales ataques resulta más difícil y costoso.

Cabe señalar que las emisiones de EMP generadas por estas bombas-e no son tan significativas como las que generaría una detonación termonuclear, pero sus fines son mayormente tácticos. Capaces de inutilizar sistemas en un radio de cientos de metros, son ideales para negarle al enemigo el uso de instalaciones militares críticas.

“La marina de guerra de los EE.UU.”, agrega el artículo, “supuestamente se valió de ojivas electromagnéticas no nucleares durante las primeras horas de la Guerra del Golfo Pérsico para inutilizar los emplazamientos electrónicos de los irakíes. Las ojivas convertían las pulsaciones de una explosión convencional en una pulsación de radio”.

Resulta interesante que mucho antes de esto, los investigadores del fenómeno ovni habían sugerido la posibilidad de que los enigmáticos aparatos denominados “chupa-chupa” – que sembraron el pánico en Brasil a fines de la década de los ’70 – representaban plataformas experimentales para el uso de armas HPM antipersonales, a juzgar por las víctimas de los ataques de estos misteriosos aparatos. Las ondas HPM calientan los tejidos, causando convulsiones, pérdida del sentido y amnesia en animales de laboratorio. Investigadores de la universidad de Colorado descubrieron que estas emisiones son capaces de alterar la actividad neuronal. (Vallée, Confrontations, p. 206)

El artículo de Global Security, no obstante, apunta que “la exposición humana a la radiación de microondas es peligrosa a varios metros del epicentro. Sin embargo, existe un peligro relativamente bajo de daño corporal a mayores distancias”.