Thursday, October 20, 2011

1958: Eventos Raros en el Estado de Texas

1958: Eventos Raros en el estado de Texas
Por Rick Hilberg

Uno de los informes más extraños que provienen de mis archivos históricos, y uno que no sería clasificado como OVNI en términos actuales, sino “esfera luminosa” (orb, en ingles) proviene de la población de Lampass, Texas, de unos 5000 habitantes y a 130 millas al suroeste de Fort Worth en aquellos tiempos. La noche del sábado, 20 de diciembre, el matrimonio Richardson, que había estado cazando conejos a 10 millas al norte del poblado, conducían a lo largo de la carretera Spivey-Tapp Road cuando vieron – a 75 pies en el aire y a un cuarto de milla de la carretera, sobre terreno boscoso – seis luces de color blanco azulado que eran cuatro veces el tamaño de los faros de un automóvil. “No les prestamos mucha atención, pero después de haber notado su presencia por algún rato, comenzaron a moverse de tal forma que parecía a veces que pertenecían a la misma sarta, moviéndose hacia arriba y abajo, combinándose para formar una sola luz y a veces bailando alocadamente sin un patrón fijo. Saltaban y corrían, apagándose y encendiéndose. Las miramos por algún rato y repentinamente dos de ellas se separaron del resto, acercándose a nosotros con gran rapidez. Se acercaron a 150 pies de nuestro vehículo, sólo para detenerse y hundirse lentamente en el terreno. Poco después, dos luces se aproximaron por un pastizal, rozando las copas de los árboles, y aunque se encontraban más allá del alcance de un rifle de calibre .22, llegaron a iluminar el interior de nuestro vehículo”, informó el Sr. Richardson.

En viajes de cacería posteriores a la misma zona, la pareja llegó a ver luces saliendo de la tierra y hundiéndose de nuevo. Siempre podían verse en noches despejadas, y siempre entre las 12:30 y las 2:30 las madrugadas del domingo. No dieron parte sobre el fenómeno, pero en la noche del 24-25 de enero de 1959, estacionaron su auto para ver si podían detectar las luces de nuevo. En cuestión de tan solo minutos, “detectamos una enorme luz 20 millas al norte y al este. Saltaba a lo largo de las montañas, y en un abrir y cerrar los ojos, ya estaba al este de nosotros. Sin disminuir su velocidad, la luz realizó un viraje en ángulo recto y se abalanzó sobre nosotros”, contó el Sr. Richardson.

La Sra. Richarson puso el auto en movimiento enseguida, mirando sobre su hombro para ver que la luz estaba muy cerca. Tratando de mirar la carretera y la luz a la misma vez, intentó tomar una curva con rapidez excesiva, obligándole a aplicar los frenos. El auto derrapó a la derecha, rebotó contra un árbol, cruzó la carretera e impactó contra otro árbol a la izquierda. El vehículo quedó seriamente dañado y a Sra. Richarson experimentó cortaduras y moretones. El Sr. Richardson trasladó a su esposa a un hospital local para recibir tratamiento (pasó el resto de la semana recluida) y luego encontró un policía patrullero para que lo acompañara de vuelta al lugar de los hechos. Solamente había dos luces visibles, pero no lo suficientemente cerca como para verlas con claridad.

El 29 de enero, el periódico Weekly Record de Lampass publicó la narración de Richardson junto con una declaración de que el siguiente sábado (el 31 de enero) la pareja, junto a sus padres y algunos amigos, pensaba realizar una “pequeña excursión” al sitio. Richarson tomaría su rifle para cazar ciervos y dispararía contra una de las luces “para ver lo que sucedería”. Cualquier persona interesada quedaba invitada para asistir al evento.

El resultado de la publicidad pudo haberse vaticinado con facilidad. Más de cien automóviles cargados de espectadores – algunos de ellos verdaderamente interesados, pero la mayoría ruidosos y burlones – se personaron en la carretera Spivey-Tapp. Los adolescentes recorrieron el camino de un lado a otro, tocando sus bocinas y dando voces. Los espectadores trajeron palas y cavaron la zona en que se había visto que las luces salían de la tierra. Se dañaron verjas, el ganado y las ovejas sintieron miedo, y no se puede saber si el bullicio y la confusión hicieron que las luces se alejaran. En todo caso, los cielos estaban nublados, y la Sra. Richardson dijo que “nunca hemos visto las luces cuando está nublado”.

En todo caso, después de esta noche de actividad desordenada por muchos de los asistentes, la pareja Richardson dejó de hablar a la prensa sobre sus avistamientos, y no se volvió a saber de ellos.

(Traducción de S. Corrales para Arcana Mundi)

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