Malasia: Una joven atormentada por los jinas?

Malasia: Una joven atormentada por los jinas?
Por Scott Corrales
Arcana Mundi

La interesante teoría de que los seres extrahumanos que interfieren con los seres humanos como parte del fenómeno OVNI sean los sobrenaturales “jinas” de la tradición religiosa árabe adquirió importancia con los trabajos del desaparecido Gordon Creighton – director de la revista inglesa Flying Saucer Review – por varias décadas. Creighton, escritor de prestigio y traductor de lenguas orientales, fue de los primeros en darse cuenta que el fenómeno de los extraterrestres tenía demasiado de “terrestre”, y que la obsesión de estos seres con los humanos, sobre todo en casos individuales, iba más allá del interés que un científico alienígena demostraría hacia un espécimen.

Aunque el término “jina” corresponde al Islam y describe a los seres que ocupan el espacio intermedio entre los seres humanos y los ángeles, criaturas extracorpóreas con poderes parecidos existen en muchas tradiciones culturales del mundo. Creighton, John Keel y Salvador Freixedo, cuyos escritos coincidieron en este aspecto – la humanidad ha sido acechada desde sus primeros días por seres que se han interesado por la especia, manipulándola tanto para bien como para mal, y que el “fenómeno ovni” es la manifestación mas reciente de este interés.

Creighton opinaba que los jinas eran capaces de funcionar en dos niveles distintos: un cuerpo energía electromagnética y una psiquis de energía más sutil, que en la tradición occidental se denominaría lo etérico o astral. Los jinas corresponderían a los distintos “planos” del mundo invisible que rodea la tierra, que en términos menos espirituales corresponderían a las distintas bandas del espectro, especialmente el infrarrojo y el ultravioleta. Los ángeles, según esta determinación, ocuparían el ultravioleta y los jinas, fantasmas y “seres de bajo nivel”, para usar el término espiritista, provendrían del infrarrojo, lo que permitiría decir que provienen del fondo de la tierra o el fondo de los mares”.

Resulta interesante además el intercambio epistolar mantenido por Creighton con el doctor Adil Mosa al-Nahhas, director del departamento de medicina nuclear del Instituto de Medicina Radiológica en Bagdad. En una carta fechada el 22 de marzo de 1984, y publicada en el volumen 29, numero 4 de Flying Saucer Review, el galeno irakí comenta: “Acerca de la explicación sobre el verso del Corán que cita usted en la página 8 de FSR Vol. 28 No.6, no fui capaz de encontrar una mejor explicación para los ovnis que la que ofrece usted. Las fuentes hablan de [los jinas] como una especie de “fuego sin humo, una llama pura que penetra hasta los orificios de la piel, y es capaz de matar.”

De Malasia – uno de los grandes países musulmanes – nos llega la noticia, con fecha del 11 de octubre de 2010, de un brujo tradicional (“bomoh”) que tuvo que enfrentarse a varios jinas.

El periódico New Straits Times, principal rotativo del país, presenta un escrito por Mohammad Ishak sobre la extraña situación vivida por la joven Siti Balqis Mohd Nor, de veintidós años de edad, que comenzó a desaparecer repentinamente de su aldea para reaparecer en sitios sumamente raros. Estas desapariciones ocurrieron frente a muchos testigos, según el artículo. Durante una de estas desapariciones, la joven Siti apareció repentinamente en el interior de una mezcladora de hormigón.

Desesperados, los padres de la víctima de la obsesión de los “jinas” consultaron a dos brujos tradicionales, denominados “bomoh”, para librarla de estos seres y restaurarla a la normalidad. Cientos de personas se personaron en el hogar de la familia Mohd cuando se enteraron que los brujos habían capturado a los seres paranormales “en el interior de varios envases”.

El viernes, día religioso del Islam, los dos brujos ofrecieron sus servicios gratuitamente y visitaron a la familia a las 19 horas para comenzar sus ritos. Mientras que un brujo oraba sobre la víctima, el otro se apostaba en la puerta de la casa, recitando versos coránicos. Quince minutos después, el que estaba afuera pudo ver una figura que se alejaba corriendo. Persiguiéndola, pudo capturarla, y “ocho jinas más fueron capturados uno por uno a la par que intentaban escapar”, según el texto de Mohammad Ishak.

Los ocho envases fueron puestos a la vista de todos y fotografiados. Los brujos manifestaron que los seres paranormales supuestamente atrapados en los envases serian arrojados al fondo del mar, para que jamás volviesen a molestar a los humanos. El exorcismo, por denominarlo como tal, pareció haber surtido efecto y la joven Siti solo se quejó de no poder dormir bien.

Norizan Said, la madre de Siti, dijo a la prensa que más de cien curanderos se habían presentado para resolver el problema de su hija, cuyas desapariciones comenzaron hace dos meses, pero a pesar de haber gastado miles de ringgit para lograr el desalojo de los seres paranormales, nada había funcionado. Uno de los brujos, según dijo, había visitado el hogar de la familia en Kampung Gong Nanka, Apal, la noche del jueves, diciendo que era capaz de curar a la chica, pero al colocarse frente a ella, comenzó a temblar descontroladamente, afirmando sentirse débil y entumecido. El curandero tuvo que abandonar la operación. “Dijo que la mirada de la chica era demasiado fuerte y aterradora, y que un demonio la custodiaba celosamente”

Lo interesante del caso de Siti es el hecho de que sus desapariciones tomaron lugar mientras se encontraba vigilada por muchas personas. Sus custodios afirmaron que la joven “se perdía de vista” antes de desaparecer por completo, y sus reapariciones se producían en lugares insólitos y hasta peligrosos, como los tejados de la casas, las copas de los árboles, y cementerios.

Sometida a interrogatorios, Siti afirmaba no tener conocimiento alguno sobre cómo había llegado a tales sitios, salvo que “parecía ser totalmente invisible a los que se lanzaban a buscarla”. Situaciones parecidas han ocurrido en lugares “encantados” a miles de kilómetros de Malasia, como el Monte Inyagani en Africa, el Yunque en Puerto Rico, y ciertos bosques en el estado de Vermont de Estados Unidos.