Friday, October 21, 2011

Ake Franzen: Ovnílogo sueco interesado en el Mothman de Virginia Occidental










Ake Franzen: Ovnílogo sueco interesado en el Mothman de Virginia Occidental
Por Brent Raynes
Revista Alternate Perceptions Agosto 2010


En el capítulo 7 del libro UFOs: Operation Trojan Horse (1970) de John A. Keel, que ostenta el titulo de “Aviones no identificados”, John ofrece detalles sobre la “oleada escandinava olvidada del 1932-38” que involucraba curiosos “aviones fantasma” que supuestamente nunca fueron identificados (1). Describió la manera en que un investigador sueco llamado Ake Franzen (1936-1995) le había sido de gran utilidad para esclarecer los detalles de esta oleada de casos antiguos, y la manera en la que el Sr. Franzen había rescatado más de noventa informes detallados de los periódicos de Estocolmo de la década de los ’30, traduciéndolos detalladamente al inglés para Keel.

En 1978, tuve tanto el honor como el privilegio de intercambiar correspondencia brevemente con Ake Franzen en Estocolmo – en la forma antigua y acostumbrada, ¡que no era ni tan veloz ni eficaz como nuestro moderno Internet! No comentamos aquella vieja oleada escandinava, por mas interesante que haya sido. En vez de eso, un Ovnílogo sueco amigo suyo, llamado Hakan Blomqvist, con quien ya había intercambiado varias misivas interoceánicas sobre ovnis, me dijo –cuando nuestros intercambios tocaron el tema del mismo hombre polilla americano (Mothman), que tenía que ponerme en contacto con su amigo Ake.

En una carta fechada el 26 de mayo de 1978, Ake me escribió su primer mensaje:

Hola Brent,

Mi nombre es Ake Franzen y soy miembro de A.F.U. (Archive for UFO Research) y también soy buen amigo de Hakan Blomqvist. Me ha dicho que formas parte de nuestro reducido grupo de personas que verdaderamente busca la verdad detrás del telón de lo inexplicado.

Revelar tan siquiera un poco del enorme puzzle que yace en la zona de las tinieblas es una tarea fascinante. Lo he intentado varias veces, pero mientras más me interno en él, más complejo me parece.

No obstante, en 1969 y 1970, traté de recopilar tanta información sobre el Mothman como pude. Este hombre-pájaro de Point Pleasant ocupó todo mi interés en aquel momento, y me decidí a investigar el caso entero.

Comencé desde el principio, casi. La única persona con la que tuve contacto fue John Keel, y me dijo mucho sobre las investigaciones y las dificultades que tendría que enfrentar en un país extranjero. También me dio una carta que posteriormente me abriría casi todas la puertas en Point Pleasant. Verás, creo que conseguí esta ayuda de su parte porque le estuve ayudando con un capítulo en su libro, The Trojan Horse.

Al comenzar mi labor investigativa, tuve presente que pudo haber sido un fraude, y que de ser así, debía tomarlo todo como poco más que unas vacaciones agradables. Pero para mi sorpresa, encontré que había mucho más detrás de la situación de lo que podía imaginar.

Conocí a Mary Hyre, en aquel momento reportera en el Daily Messenger, y ella era la persona alrededor de la que circulaba todo en Point Pleasant. A través de ella pude obtener muchos de los nombres de los testigos de la zona, y ayuda con la transportación. También conocí a Linda Scarberry y sus padres, los McDaniels, Connie Carpenter, Marcella Bennett y otros también. Permanecí por casi cuatro semanas la primera vez y un poco menos la segunda.

Y te puedo decir, Brent, que los relatos que me hicieron del Mothman me convencieron de que algo sucedía.

En su segunda carta, fechada el 9 de septiembre de 1978, Ake escribió de nuevo de sus visitas a West Virginia y lo que pudo descubrir a primera mano de los buenos ciudadanos de Point Pleasant. Escribió:

“Para mí, el caso del Mothman de Virginia Occidental fue el primer caso que despertó mi interés. Antes de eso, era un lector pasivo de libros OVNI y otras publicaciones. Así que le escribí a John Keel y le pedí más detalles sobre el Mothman y sus apariciones. Recibí una respuesta muy grata y una petición de ayuda sobre material acerca de los aviones fantasma de Suecia en los años ’30.

“Decidí tratar de llegar al fondo del asunto de Mothman, para ver qué tenía de cierto. Así que ocho meses después, reuní suficientes fondos y di comienzo a mi viaje a la lejana y exótica Point Pleasant. Y en octubre de 1969, empecé mi búsqueda del ser alado. También tenía planes para comprar una especie de red para capturarlo, pero desistí de tales intenciones. Tarde en la noche de mi primer día en Point Pleasant, toqué a la puerta del Athens Messenger y tuve mi primer encuentro con Mary Hyre. Era una persona muy atenta y nos hicimos buenos amigos desde el principio. Ella también escribía todo lo que circulaba de interés en Point Pleasant.

“Mary me presentó a la familia McDaniel y ellos a su vez me contaron de otros. Y tuve suerte. Tan solo unos cuantos días antes de mi llegada al pueblo, otra persona se había presentado. Había vivido con su marido en Ohio, pero se había llevado a su bebé Danny y dejado atrás los disgustos. Era Linda Scarberry.

“Al siguiente día me invitaron a cenar a casa de los McDaniel, y resultó ser una velada inolvidable. Mucha diversión y conversación seria. La Sra. McDaniel me hizo el relato de la forma gris sobre Tiny’s y la visita del misterioso Sr. Brown con sus calcetines tejidos. Posteriormente me contaron una historia muy rara: Linda estaba sola con su madre en casa, sentadas en el salón, cuando de repente sintieron que alguien se movía en la terraza delantera y se abrió la puerta. Pero nadie entró. Solo escucharon pasos. Tanto Linda como Mabel quedaron aterrorizadas, sentadas y casi paralizadas. Los pasos parecieron dirigirse hacia la cocina y luego a las alcobas. Unos minutos después, el sonido volvió al salón. La puerta a la terraza delantera se volvió a abrir y cerrar.

“Una pareja sueca me hizo una relación casi idéntica años después, así que debe haber algo en ello. Posteriormente visitamos la central de fuerza, una sitio verdaderamente espeluznante en la Zona TNT. En esta ocasión no pasó nada raro, pero semanas más tarde, cuando visitamos la planta de nuevo, algo raro me sucedió. Estaba con Mary, Linda y Connie Carpenter. Estabamos al lado del coche en el pequeño camino al lado de la Planta, cuando de repente se negaron a salir del vehículo. Mi intención era la de explorar el edificio, pero Linda y Mary me dijeron que no entrara, ya que podían sentir que algo andaba mal. Admito que me asusté, pero la curiosidad me venció, y salí del coche para acercarme a las ruinas.

“Fue ahí que noté el cambio. Al principio, cuando estuvimos por ahí antes, pudimos escuchar muchos ruidos en direcciones distintas. El ladrido de un perro, los grillos en la hierba, y muchos sonidos del bosque. Pero ahora el silencio era completo. ¡No escuchábamos ni un solo sonido de ningún lado! No lo entiendo porque, ¡debía haber algo!

“Bueno, entré al edificio a través de lo que había sido una puerta en el pasado. Busqué con mi linterna pero no pude hallar nada. Todo este tiempo, el aire parecía espeso y raro. Al regresar al coche, Linda gritó que algo se movía entre las ruinas y me voltee para ver, pero no había nada. Mary y Linda me dijeron que yo tenía los pelos de punta al dar la vuelta, pero es posible que no lo haya sentido.

Tanto Mary como Linda habían visto que algo se movía en una ventana sin cristales en el edificio después de mi búsqueda. Tampoco puedo explicarlo, pero mi opinión es que las dos son capaces de ver algo que los demás no pueden.

También tuve varias reuniones con Marcella y Connie, y me contaron sus historias, que ya conoces. Mary, Linda, Marcella, Connie y Mabel tienen algo en común. Son personas de alta sensibilidad y tal vez muy susceptibles a experiencias de este tipo. Linda hasta llegó a escuchar el sonido de un corazón latiente que provenía del sótano, cada vez más alto hasta que se extinguía de repente.

“Tal vez nuestros enigmáticos amigos de la zona tenebrosa requieren personas sensibles para darse a conocer. Abordamos estas y otras explicaciones muchas veces, pero como sabes, resultan ser especulaciones.

“Otra cosa que me pareció interesante fueron los niños altamente desarrollados: Tina, la hija de Marcella Bennett, y Danny, el hijo de Linda. Comenzaron a hablar a temprana edad y seguían las conversaciones de los adultos con facilidad. Aprendían cosas nuevas rápidamente y parecían mayores que su edad actual. Tal vez no sea importante, pero nunca se sabe”.

Hakan Blomqvist, el ovnilogo sueco que era buen amigo de Ake, también compartió sus opiniones y observaciones personales sobre Mothman y asuntos relacionados con Keel en su correspondencia. En una carta (18 de mayo de 1978) describió la forma en la que durante la oleada OVNI del 30 de octubre de 1965 en Suecia, una pareja afirmó haber visto “varios humanoides pequeños flotando en torno a su coche”, agregando que: “Los seres tenían grandes ojos hipnóticos como el Mothman”.

La misma pareja, según Hakan, había tenido “cientos de experiencias OVNI y de PES”. Añadió que “la mujer es clarividente, y afirma ver enanitos en los bosques...también ha tenido encuentros con un humanoide adamskiano en una embarcación en Noruega. El ser llevaba un uniforme enterizo y le hizo varias predicciones sobre la muerte de Martin Luther King y algunos detalles personales”.

“Nos hemos vuelto amigos desde aquel entonces, y la pareja ha tenido tantas experiencias que sería necesario escribir un libro para abarcarlas todas. Llamadas telefónicas raras, entes invisibles en su apartamento, y muebles que se mueven por sí solos. Les ha pasado de todo. John Keel llegó a conocerlos cuando estuvo aquí en 1976. La última novedad involucraba a un hombre que ha pasado a convertirse en médium. Ahora recorren Suecia impartiendo “lecciones” recibidas de un viejo árabe llamado Simeón. Estoy a favor de la hipótesis de que sus enseñanzas provienen de su propio subconsciente, puesto que filosofía que ofrecen en la suya, que combina teosofía con espiritismo.

“Aparte de mis estudios sobre ovnis, estoy muy interesado en la parapsicología y el ocultismo. Como Keel y Vallée ya han señalado, y como probablemente ya sabes, hay muchas semejanzas notables entre los humanoides de los ovnis y los devas, elementales y hadas descritos en la literatura esotérica. Es como si alguna energía se centrase sobre algunos individuos bajo ciertas condiciones, y dicha energía pudiese manifestarse en formas distintas. Algo que el contactado puede controlar en gran medida, como Uri Geller y sus metales torcidos.

“En 1974, investigué un caso de secuestro ocurrido en Valletuna, al norte de Estocolmo. Un hombre – electricista – sintió que debía caminar a lo largo de cierta ruta. Ahí pudo ver una luz muy intensa. Se echó al suelo, pero dijo que nunca alcanzó la luz, sino que al contrario, fue absorbido por esa luz. No recordó nada más hasta que volvió a su hogar. Bajo hipnosis, ofreció la misma narrativa de secuestro de siempre, el examen por seres raros. No estaba seguro de su aspecto, pero le parecieron transparentes. Después de esta experiencia, quedó sensibilizado a las energías eléctricas y otras. También tuvo varios episodios de PES y afirmó haber conocido y hablado con un ente simiesco en un sueño que se llamaba Hanuman. Esto es raro, porque no sabía nada sobre el dios hindú Hanuman. ¿Qué debemos pensar de esto? Brad Steiger menciona varios encuentros con los dioses viejos en Gods of Aquarius. ¿Son arquetipos del inconsciente?

(1) Para más datos sobre los “aviones fantasma” de Ake en la década de 1930, y una explicación más convencional de los avistajes, visitar: http://www.ufologie.net/ce3/1933-Sweden-langtrask.htm.

(Traducción de Scott Corrales para Arcana Mundi)

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