Australia: De vuelta al caso Westall (1966)
De vuelta el caso Westall (Australia, 1966)
Por Bill Chalker
¿Qué fue lo que sucedió en Westall, Melbourne, Victoria el 6 de abril de 1966? Es algo que aún merece ser conocido y estudiado plenamente. Aun carecemos de un concepto claro y preciso de los eventos acaecidos ese día, pero 44 años después, ha surgido un cuadro extraordinario. Parece que pudo haberse tratado de un avistamiento diurno de al menos un objeto volador no identificado (OVNI) que pudo haber aterrizado, dejando atrás indicios físicos de su presencia sobre el terreno, así como círculos en las caballerizas. Los eventos parecieron atraer una respuesta sorprendente de las autoridades, incluyendo tipos militares y de inteligencia. Tuvo un efecto increíble sobre aquellos que atestiguaron aquellos eventos. El 4 de junio de 2010, los eventos y su impacto recibieron un tratamiento impresionante en un documental del canal de pago Australian Sci Fi. Parece haber sido el programa con el ranking más alto de dicha cadena para esa semana. El programa recibió una publicidad extensa y positiva.
El documental WESTALL ’66: A Suburban UFO Mystery (Westall 1966: Un misterio ovni suburbanita) fue el resultado de tres años de investigación, grabación y edición por la directora y escritora Rosie Jones, la productora Carmel McAloon y el equipo de Endangered Pictures. Se enfocó en las investigaciones del estudioso e investigador amateur Shane Ryan, de Canberra, cuyos esfuerzos recientes y determinados resultaron en la salida a la luz pública de una gran cantidad de información. Sus esfuerzos ayudaron a crear la masa crítica de concientización sobre el caso.
WESTALL ’66 es una destilación excelente de la esencia del misterio de Westall y la búsqueda de respuestas, haciendo una contribución significativa en presentar una experiencia OVNI genuina y bien atestiguada, capturando a la vez la innegable realidad de la controversia OVNI. El affaire Westall es una síntesis impactante de los numerosos asuntos que impulsan el debate OVNI – ya sea que se trate de manifestaciones de una inteligencia externa a nuestro mundo que irrumpe en la misma, o si los oficiales, gobiernos, servicios militares y comunidades de inteligencia tratan de suprimir este conocimiento, o si tratan de examinarla, capturarla y explotarla, o si se trata de algo totalmente más allá de su entendimiento. Tal vez era algo de nuestra propia tecnología, que desatada en un contexto que generó un misterio que por algún motivo tenía que ser contenido y oculto, con el encubrimiento resultante. Pero, ¿un encubrimiento de qué? Algo tomó lugar sobre Westall y fue visto por muchas personas. Todos estos elementos – y muchos más – chocan en la saga del OVNI de Westall. Se trata de un ejemplo extraordinariamente potente de todas estas posibilidades, y sobre todo, se trata del testimonio de los testigos que nos informan sobre la base del misterio del OVNI de Westall, y la negación de dicha realidad.
Tuve la oportunidad de entrevistar cierto número de testigos de Westall con el paso de los años. La situación se volvió más intrigante durante los ’70 y los ’80 cuando un número de testigos comenzó a transmitir dimensiones interesantes sobre el tema, aunque de forma fragmentada. Desde aquel entonces a la década de los ’90, hubo un ligero aumento en la cantidad de testigos que se dieron a conocer a los investigadores. Pero en aquel momento las cosas no eran tan fáciles como hoy, con Internet, grupos de Yahoo, Facebook y cosas afines. Hasta la participación de Shane Ryan hace unos cuantos años, tan solo algunas docenas de testigos se habían personado, a pesar de intentos masivos por parte de personas como Judy Magee y Paul Norman de Victorian UFO Research Society (VUFORS) poco después de los eventos, el Dr. Andrezj Berson de CSIRO en 1966, el Dr. James McDonald en 1967, e investigadores posteriores como el Dr. Ian Gordon, Keith Basterfield, George Simpson y un servidor.
Otros parecen aceptar el enigma de Westall de forma apócrifa, en que su participación no fue clara, no fue confirmada, o en tela de juicio. Aquí incluyo la supuesta participación de Brian Boyle, quien según la entrada anónima realizada en Wikipedia sobre el evento Westall, alega haber llegado con investigadores militares pocos días después del evento. No se ha proporcionado evidencia alguna para respaldar este alegato, que yo sepa. Brian Boyle estuvo afiliado a los comienzos del grupo Phenomena Reseach Australia (PRA) y se dice que este grupo dispone de material sobre el caso Westall, que supuestamente incluye información militar, pero nuevamente, la búsqueda de detalles ha quedado en nada. PRA no contestó las indagaciones de los productores del documental sobre Westall. Por supuesto, se alenta a los grupos e individuos que tienen información sobre el caso Westall a compartir su material, no solo para el beneficio de los testigos originales, sino para el propósito de acercar el asunto a la luz.
Se requirió la fuerza de la era de Internet y las herramientas de comunicaciones más recientes e inmediatas para acelerar el paso de la investigación, particularmente el enfoque dado por Shane Ryan al caso. Sus indagaciones resultaron en muchos más individuos para quienes Westall era un enigma que necesitaba solucionarse. Dentro de poco, la cantidad de testigos comenzó a aumentar dramáticamente, con un efecto de “bola de nieve”. Internet permitió la clase de progreso que viene de una comunidad unida de participantes enfocados en el mismo tema.
Creo que la prominencia y el éxito de este excelente documental sobre el caso desenredará la verdadera naturaleza de los eventos de Westall. Espero que el momentum resulte en certeza y claridad sobre este incidente ocurrido en 1966.
El documental “Westall, ‘66” (2010) cuenta con el testimonio de Victor Zakruzny, estudiante en Westall, quien tuvo un encuentro cercano con los ovnis de Westall cuando estuvieron en tierra. Estaban tan cerca que Víctor pensó en tocar uno de ellos, deteniéndose al sentir el calor que emanaban. A través de las investigaciones de Rosie Jones y Shane Ryan, pude concertar una entrevista con Víctor el 5 de julio de 2008. Me sentí particularmente interesado en hacerlo debido a mi interés por muchos años en los encuentros en segunda fase, que es cuando un OVNI ha aterrizado y dejado atrás un “resto físico” de su presencia. Esta fue la categoría de eventos OVNI definidos por el Dr. Allen Hynek en su estudio “The UFO Experience – A Scientific Enquiry” (1972).
En 1979, presenté un estudio de 237 casos de “restos físicos” en Australia en un congreso ovni a nivel nacional. El MUFON JOURNAL publicó una versión abreviada del estudio en su ejemplar 157. Incluí parte del estudio en una consideración más amplia sobre este aspecto del fenómeno ovni para el libro “UFOs 1947-1987 – The 40 Year Search for an Explanation, editado por Hilary Evans y John Spencer. Mi capítulo se titulaba “restos físicos”. Coloqué el caso Westall bajo la categoría de Eventos Tipo 1: restos físicos con correlación ovni bajo la subcategoría de “nido circular” bajo la identificación “1966, Clayton, Victoria – nido de 25 a 30 pies en diámetro de hierba aplastada, con base a la descripción develada en la revista “The Clayton Calendar” de la escuela superior de Westall, y se me dio permiso para hablar con su autor, el estudiante Jeff Holland.
El relato de víctor es particularmente impresionante. Ha dado una descripción clara y generalmente consistente. Grabé mi entrevista en vídeo y le pedí que me dibujara un mapa trazando el incidente durante nuestra vista al sitio. El joven Víctor, después de trepar sobre la verja de la escuela, logró pararse cerca del objeto raro mientras que otros tres estudiantes se mantenían cerca del segundo objeto que también descansaba en tierra. Un maestro y al menos una docena de estudiantes más se apostaron a lo largo de la verja para ver mejor. Los dos objetos no tardaron en elevarse de la tierra y alejarse – uno de ellos al oeste, y otro ascendiendo para orbitar en torno a un pequeño avión antes de bajar al suroeste en la Grange Reserve, perseguido por estudiantes. Con base a mi entrevista con Víctor, realice un boceto que refleja sus descripciones y direcciones. Los ovnis tenían una altura aproximada de 1.5 metros y aproximadamente 5.4 metros de ancho. Dejaron atrás dos círculos de pasto quemado.
Víctor me dijo que regresó a su casa a almorzar justo después de la extraordinaria experiencia que había contagiado su escuela entera. Me explicó que no le hacia falta ver más aquel día porque había visto exactamente el mismo objeto unos cuantos años antes, cuando trataba de transportar una tarima de madera de una fábrica cerca de Westall Grange en la madrugada. Su actividad se vio interrumpida cuando un OVNI voló sobre su cabeza. Se trataba del mismo objeto que vería durante horas diurnas en Westall en 1966 junto con muchos estudiantes, pero volaba de canto – ¡el aspecto capturado por una foto Polaroid tomada cerca de Balwyn antes del incidente de Westall! Hubo otros encuentros parecidos durante este plazo en 1960 en la zona alrededor de Westall y los suburbios aislados de Melbourne, que en aquellos días representaba el perímetro externo de la ciudad. Esta zona aún tenía un aspecto aislado y casi rural.
Estuve particularmente interesado en la participación del científico Berson de la CSIRO (Commonwealth Scientific & Industrial Research Organization), quien intentó conseguir detalles directamente del Departamento del Aire (D.A.) que era el Departamento de Defensa de la Fuerza Aérea (RAAF) pero que no compartiría información sobre los eventos de Westall, a pesar de haber participado como asesor científico en algunas investigaciones anteriores de la RAAF, como el clásico caso Willow Grove de 1963, durante el cual el granjero Charles Brew tuvo un sorprendente encuentro ovni. Sus esfuerzos por localizar a los pilotos de las avionetas Cessna y otros aviones que volaban por la zona durante el encuentro de Westall tampoco tuvieron éxito. El doctor Berson hasta llegó a comunicar algunas de estas dificultades a Robert Low, coordinador del proyecto de estudio de la universidad de Colorado – el “informe Condon”. Su correspondencia con Low en 1967 (autor del famoso memorando “trucado” que hizo pensar a muchos que el estudio de Condon no era más que una cortina de humo) sugería que los militares pudieron haber tenido conocimiento “de antemano” del evento Westall de 1966. Escribió Berson: “Establecí el hecho de que un equipo del departamento del aire (D.A.) se había personado con extrema rapidez en el caso Westall, atestiguado por un maestro y sus estudiantes...y me lleva a creer que tenían conocimiento de antemano. Se le pidió a los maestros que prestaran poca atención al asunto, y el evento fue ridiculizado. Sin embargo, un grupo independiente de personas comunicó el evento inusual desde el lado opuesto del aeródromo”. Berson también describió algunas de las dificultades en la investigación de Westall a James McDonald en 1967, durante la visita de este a Australia.
Hay mucho más que divulgar sobre el episodio de Westall. El documental “Westall ‘66” representa el catalizador potencial para revelaciones adicionales. Al menos así lo espero. Anticipo el momento en que todos llegaremos a saber qué fue lo que verdaderamente sucedió aquel extraordinario día de abril en Westall.
(Traducción de S. Corrales para Arcana Mundi)
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