Thursday, February 29, 2024

OVNIS: Algunos Casos Ochenteros


OVNIS: Algunos Casos Ochenteros

Por Scott Corrales © 2024

El 1 de diciembre de 1981 no fue un día de importancia particular. Sí, se había producido una tragedia de aviación en la entonces Yugoeslavia, Olivia Newton John y su canción "Physical" ocupaban el primer puesto en los rankings musicales, y Kareem Abdul-Jabbar deleitaba a sus seguidores con sus proezas en el mundo del baloncesto.

Sin embargo, aquel día de poca trascendencia marcaría un cambio radical en la vida de una joven en la ciudad de Waterloo, provincia de Ontario, Canadá.

A las 18:30 horas, "Joanne" (apellido sigue en reserva) conducía hacia la casa de una amiga cuando observó dos luces brillantes en el firmamento, una sobre la otra. Pensó que tal vez se trataba de nuevas luces en torre de la radioemisora local, pero al pasar de largo por dicha torre, observó que ambas luces seguían visibles, emitiendo destellos de luz verde y amarilla hacia la superficie.

Llegado este momento, Joanne detuvo la marcha y bajó la ventana para ver el espectáculo celeste más detenidamente, que ahora comenzaban a ejecutar un bailoteo en el que intercambiaban destellos de luz verde. Al final de dos minutos, la luz inferior emitió un solo rayo de luz blanca sin que se escuchara sonido alguno. Ambas luces se acercaron, entraron en movimiento y se perdieron de vista.

Intrigada, Joanne se puso en contacto con la policía regional en Waterloo, quienes la pusieron en contacto con un grupo de investigación OVNI. El aeropuerto regional de Waterloo/Wellington no pudo aportar información sobre aviones o helicópteros en la zona.

La llegada de la década de los '80 marcó un profundo declive en el interés por el fenómeno OVNI, posiblemente debido a la mediatización causada por la película de Spielberg en años anteriores. Jerome Clark describía la situación bajo el titular "A Ufology for the 1980s" (una ovnilogía para los 80): Para comenzar, nunca ha habido un período con tan poca actividad OVNI desde 1947 [...] Queda por verse si la ausencia de actividad OVNI significativa es una aberración o si marca el regreso al estado de las cosas antes de 1947, cuando los OVNIS se veían con tan poca frecuencia que la sociedad en general ni tenía un nombre que darles. Claro está, el lugar que ocupan los ovnis en la cultura popular garantizará la supervivencia de la mitología platillera por buen tiempo, a pesar de la escasez de avistamientos”.

Aún así, la década de los ochenta contribuyó pequeñas oleadas y casos interesantes (invitamos al lector a revisar "Interregno: Avistamientos OVNI durante la crisis de los ‘80" en Arcana Mundi) y los hubo aún más interesantes más allá de las fronteras de Estados Unidos, como veremos a continuación.

En febrero de 1980, los lectores del periódico News de la ciudad australiana de Adelaide encontraron un titular de impacto al abrir la puerta para recoger la edición matutina: "Nave Misteriosa Impacta Árbol".

Según la redacción, un imponente pino de 22 pies de alto había sufrido el impacto de un objeto desconocido contra su tronco - un golpe tan contundente que no solo dejó abolladuras en la corteza del árbol, sino que también lo había torcido al punto arrancar sus raíces de cuajo.

El fenómeno se produjo la noche del 7 de febrero de 1980 a eso de las 21:50 horas cuando Daryl Browne, de 21 años de edad, custodiaba una casa en Stirling, Australia de Sur. Mirando la televisión a esa hora, Browne quedó sobresaltado al escuchar un estruendo ensordecedor - lo suficientemente alarmante como para hacerle salir a investigar su origen. Dos perros daneses en su custodia comenzaron a aullar mientras que Browne localizaba una linterna antes de lanzarse a la oscuridad.

Alumbrando los alrededores, elevó el haz de luz a la arboleda circundante y pudo ver un objeto 'amarillento, como una media luna, de unos ocho metros de diámetro'. Regresó de prisa al interior de la casa para llamar a la policía. Cuando volvió al exterior a mirar, el objeto ya no estaba.

Los grupos de investigación que se interesaron en el fenómeno apuntaron a la ocurrencia de un incidente parecido en Yundi, al sur de Adelaide, pero en 1966. En este caso, un granjero que miraba a las nubes negras que presagiaban una tormenta observó el descenso de un objeto esférico blanco y brillante. El objeto se internó en una arboleda, resultando en una explosión violenta que sembró el pánico entre el ganado vacuno de la propiedad. La detonación decapitó algunos árboles, echando a tierra otros más como en la famosa foto de Tunguska.

Denise Bishop seguramente nunca olvidó la noche del 10 de septiembre de 1981.

La contable, de 23 años de edad en aquel momento, vivía en la ciudad inglesa de Plymouth cuando abrió la puerta de su casa en horas de la noche. Podemos imaginar su sorpresa cuando vio en el cielo, frente a ella, un enorme OVNI cerniéndose en las alturas. Acto seguido, un rayo de luz verde, tan delgado como un lápiz, impactó el dorso de su mano, produciendo una quemadura dolorosa que un cirujano londinense diagnosticaría como ‘característica de una quemadura por láser’.

Aunque la experiencia de la joven contable suena a noticia de periódico de supermercado, el destacado músico y escritor ovni Timothy Good la dio por buena. Hizo la siguiente observación en la prensa británica: “Encontré en Denise una persona completamente convincente y equilibrada. Aunque nadie más vio el incidente, se hizo contacto con vecinos cuyas mascotas habían exhibido conducta sumamente peculiar en el momento justo y lugar en que ocurrió el avistamiento”.

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