Thursday, June 13, 2019

OVNIS que no fueron "serpientes de verano"



OVNIS que no fueron "serpientes de verano"
Por Scott Corrales (c) 2019 para Arcana Mundi

Los periódicos de antaño solían llenar los espacios en blanco de la temporada estival con noticias diseñadas para captar la atención de lectores distraídos por las bondades del tiempo y ¿por qué no? añadir a los mitos de la sociedad contemporánea. Desde insectos capaces de infringir picaduras extrañas hasta serpientes de mar paseándose ante los balnearios (recordemos el efecto que tuvo la película "Tiburón" de Steven Spielberg en 1975 sobre los bañistas) o criaturas extrañas que atormentaban a las parejas estacionadas en lugares apartados, las 'serpientes de verano' (o Junebugs, en inglés) formaron parte integral del ciclo noticioso.

No obstante, muchos de estos veranos nos trajeron casos que no tenían ni una pizca de imaginario y que representaron manifestaciones de fenómenos desconocidos en su momento.

El 5 de enero de 1968, el periódico australiano Daily News afirmaba que cinco adolescentes habían visto un objeto misterioso sobre los cielos de la población de Rockingham. El grupo de amigos había salido a remar a eso de las tres de la madrugada cuando se percataron de una luz pulsante y silenciosa a doscientos pies (60 metros) de la comunidad.

La nota de prensa nos proporciona el nombre de uno de los jóvenes - John Franetovich, vecino de Alexander Road, Dalkeith en aquel momento - que pudo tomar siete fotos de la luz con su cámara. Los amigos estaban remando hacia el ballenero 'Kos VII' donde habían faenado por más de una semana. El avistamiento prosiguió desde la cubierta del ballenero de marras por más de una hora. Otro testigo, Richard Burrige, afirmó que la luz era "grande y opaca, moviéndose hacia arriba y abajo, brillando y apagándose de vez en cuando".

La descripción dada por este último nos hace pensar en las luces irregulares de un faro, pero no había semejante estructura en dichas costas. Jack Michaels, el tercer testigo en aportar datos, dijo que se valió de su linterna para hacerle señas a la gran luz, pero que esta se apagaba cada vez que el joven apuntaba el haz de luz en su dirección.

Dijo Burridge: "A primeras pensamos que se trataba de un helicóptero, pero descartamos la teoría porque no podíamos escuchar sonido alguno. Era lo más raro que habíamos visto jamás. Era casi espantoso, de hecho".

La 'luz huidiza" de Australia tuvo su equivalente en otra luz avistada años antes en Crescent City, California, EEUU (lugar que adquiriría fama en los '80 como el escenario del rodaje de El retorno del Jedi).

Descrita como "una bola que brillaba en tonalidades anaranjadas, doradas y blancas, y con cola" la presencia objeto extraño fue dada a conocer a la Agencia Federal de Aviación (FAA) el 12 de febrero de 1964. Con testigos múltiples, esta vez los pescadores de la playa de Fort Dick, se dijo que "uno de los pescadores trató de apuntar su linterna contra el objeto, pero este huyó." Se informa al lector que el comisario del condado de Del Norte había sido puesto sobre aviso.

Meses antes - a finales de la primavera del hemisferio norte, precisamente el 4 de junio de 1967 - La fuerza aérea estadounidense recibiría un informe acerca de un incidente producido en Bethany Beach, estado de Delaware, docenas de kilómetros al sur de la base aérea Dover. El incidente, que pasó a formar parte de los expedientes del proyecto "Libro Azul, afirmaba que el testigo anónimo había presenciado un objeto como "una alfombra voladora" que ardía en ambos extremos, encontrándose en aquel momento en un chalet al sur de Rehoboth Beach. El aparato extraño provenía desde el sur en dirección norte, regresando en el sentido opuesto en cuestión de segundos. El testigo estimó que el intruso estaba a unos cien pies (30m) de distancia de la playa y a trescientos pies o poco más de altura (100m), y que dio a conocer el incidente al comisario de Bethany Beach aquel mismo día.


El formulario estándar de la USAF preguntaba si el objeto había desaparecido en algún momento, y el testigo repuso afirmativamente: "Sí, mi visión del objeto fue interrumpida por otro chalet que estaba frente al nuestro. Sin embargo, regresó y volvió hacia el sur en cuestión de segundos. No hubo aspecto ni indicio de resplandor posterior a esto. Las llamas parecían tener diez y media yardas de ancho".

Casi dos décadas más tarde, la revista People presentaría sus lectores las experiencias de dos cazadores que probaban su suerte en la vegetación costanera en las afueras de la ciudad de Perth (Australia Occidental). El incidente fue de tal magnitud que suscitó el interés de agentes de inteligencia militar de aquel país (AUSTINT, por su acrónimo).

El testigo principal - conocido solamente como "A.G." - dijo que él y su amigo se habían internado en los matorrales de Copel Beach en 1984, zona que les resultaba conocida, cuando repentinamente se dieron cuenta de que la región estaba sumida en silencio. Sus ojos se posaron en una "tira de luces rojas y verdes" de color intenso. Al mirarla a través de los objetivos de sus escopetas de casa, se dieron cuenta que la hilera de luces correspondía a un objeto cóncavo rematado por un domo metálico. El objeto permaneció suspendido sobre la zona por algunos momentos antes de elevarse y deslizarse lentamente por los aires, siguiendo la costa hacia la ciudad de Fremantle.


En su testimonio a la revista People, "A.G." aseveró lo siguiente: "No creo que ninguna nave terrestre es capaz de generar una luz tan intensa, ni moverse tan lentamente sin hacer ruido. Mi amigo, que era militar en aquel entonces, comunicó el incidente al ejército. Pero se arrepintió de no haberse quedado callado. Los agentes de inteligencia lo interrogaron por horas y horas, mostrándole bocetos y fotografías de OVNIS, y haciéndole pasar un mal rato".

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