Wednesday, September 14, 2022

¿Criptozoología o pesadilla? Monstruos en América del Norte

 


 

¿Criptozoología o pesadilla? Monstruos en América del Norte

Por Scott Corrales (c) 2022

A pesar de distinguirse por el segundo y cuarto país más grandes del planeta, América del Norte es una región mayormente vacía. Estados Unidos podrá jactarse de una población de trescientos millones, pero Canadá apenas se asoma a los cuarenta millones, con dos tercios de estas almas viviendo alrededor de los Grandes Lagos. Consultar un mapa es un repaso de orografía e hidrografía con nombres autóctonos, ingleses y franceses, pero con tan solo puñados de trabajadores de las industrias minera y maderera, explotando los recursos sus respectivas regiones - tan apartadas que tan solo resulta posible acceder a ellas por hidroavión o helicóptero, y en determinadas estaciones del año.

Las tribus nativas - o 'primeras naciones' como se les llama ahora, motivo de la corrección política imperante - conservan tradiciones que contradicen esta apelación. Al llegar a estas tierras durante el holoceno (11 mil años atrás) se encontraron no solo con la megafauna (castores gigantes, caballos diminutos, lobos, tigres diente de sable) sino supuestamete con otros primates con los que tuvieron que luchar y eventualmente vencer: el orden de seres que conocemos como Piegrande (Bigfoot, en inglés) y por cientos de nombres indígenas según la tribu en cuestión.

Al margen de estos homínidos esquivos de los que tanto se ha dicho, existen dos subcategorías adicionales reconocidas por la tradición, pero no por el pensamiento oficial. Un orden de seres más simiescos, salvajes, y posiblememente más afines con el Gigantopiteco blackii asiático: el primero de ellos se le denomina Gugwe y el otro - más conocido - Wendigo.

Y es el más conocido el que más problemas representa para entenderlo. El nombre anglizado es una destilación de docenas de voces nativas que se refieren al mismo ser, dándole características contradictorias. Algunas culturas lo describen como algo sobrenatural, un gigante peludo con cráneo de ciervo y astas, escupiendo fuego por los boquetes; otras culturas lo consideran un hombre maldito que se entrega al canibalismo de la manera más inmisericorde; hay otras que lo describen como un gigante gris con hileras de dientes y colmillos pronunciados que rapta humanos para devorarlos. Conocidos también como Witigo, se les confunde a veces con otro gigantón, el Genoskwa o 'gigante de piedra' - colosos que se frotaban contra los arces y abetos para cubrirse en su savia y luego revolcarse en la tierra y pedregales, creando la ilusión de estar hechos de piedra o llevar armadura.

El Gugwe opera de forma parecida, sembrando el temor entre la tribu micmac del Canadá oriental, que ocupaba los actuales estados y provincias de Maine, Nueva Brunswick y Nueva Escocia. La descripción que nos ofrece el Journal of American Folklore en 1925 reza así: "Esos caníbales tienen grandes manos y caras velludas como osos," emitiendo un silbido característico, y una de las tradiciones modernas entre los creyentes en el sasquatch y sus parientes es que nunca se debe silbar en el bosque para no atraerlos. Tan endémicos eran estos seres que se les conocía tambien por otras apelaciones como kookwes, chenoo y djenu.

Creo que esto ofrece suficiente trasfondo 'criptoantropológico' para poder entrar en materia.

Los investigadores del sasquatch sospechan que estos seres de dos metros de altura sienten temor ante la presencia de sus primos más grandes - de 3 a 4 metros de estatura. A veces se producen guerras en los bosques entre bandas de piegrandes, o estos contra posibles incursiones del Gugwe.

Hacia el 2015 el investigador y podcaster Brian Sullivan narraba su experiencia infantil en los bosques y cerros de Minnesota, llevando su tobogán a deslizarse por laderas que pocos humanos habían visitado. Su diversión se vio interrumpida por la presencia de un enorme ser - un verdadero ogro - que lo miraba a cierta distancia con recelo. Esta criatura estaba cubierta de vello pardo tirando a rojizo, y cuyo rostro ostentaba colmillos formidables, que le delataban como carnívoro empedernido. Sullivan no lo pensó dos veces y huyó con su tobogán.

Otro podcast - Sasquatch Chronicles - presentó en el 2017 las interesante y aterradora experiencia de un antiguo bombero forestal que recibió la desagradable visita de una criatura que anunciaba su presencia desde lejos con alaridos retumbantes. El evento tomó lugar no en la desangelada tundra del norte, sino entre los pinos de California, especificamente el Desolation Wilderness del lago Tahoe, conocida zona turística.

El ex-bombero - que solo dio su nombre como Bill - era dueño de unos 300 acres (120 hectáreas) de terreno en pleno corazón del bosque de propiedad federal. Una propiedad utilizada para el esparcimiento de su familia y para celebrar barbacoas durante las fiestas de verano. Pero dejemos que Bill nos cuente su historia:
 

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