John Keel: OVNIS - La Evidencia Médica
OVNIS: La Evidencia Médica
Por John A. Keel
Revista SAGA UFO Report - Marzo 1978
(Traducción de Scott Corrales para Arcana Mundi)
La evidencia más contundente que tenemos al momento sobre el fenómeno ovni es también la menos investigada y la menos entendida. Nos referimos a los extraños efectos médicos que a menudo abruman a los testigos de la actividad ovni. Pocos médicos se han interesado por el fenómeno, y aún menos han tenido la oportunidad de reconocer a los testigos poco después de sus experiencias. Por ese motivo hay poca literatura médica fehaciente sobre el tema, y la mayoría de los investigadores del fenómeno ovni se han tenido que conformar con los trozos de metal, la tediosa medición de agujeros en la tierra, y el esmerado pero mayormente inútil análisis de fotografías aleatorias. Los testigos en sí quedan relegados al olvido.
Dos de los efectos médicos que se observan más a menudo en los encuentros cercanos son los ojos amoratados (lo que han leído – los moretones de toda la vida) y las extrañas maracas rojas en el cuello, casi siempre justo por debajo de la oreja derecha. El contacto con entidades de los ovnis puede ser violento. Los testigos recuerdan haber acusado un golpe en la cara o en el cuello antes de desvanecerse, cayendo en trance o coma. Muchos recuerdan haber sido penetrados por agujas largas o instrumentos en el vientre, y las heridas punzantes permanecen visibles por muchos días después de la experiencia. Otros recuerdan la extracción de sangre de sus barbillas o gargantas, y otros se quedan con lesiones cutáneas que pueden perdurar por meses.
Si los ovninautas están llevando a cabo experimentos médicos en seres humanos, entonces un estudio cuidadoso y competente de estas heridas pudiese ofrecernos huellas sólidas de la naturaleza concreta de esos experimentos. Por desgracia, la tendencia ha sido especular sin consultar a los especialistas médicos, y la aparición de tales heridas ha sido el fundamento de todo tipo de rumores. Las sondas abdominales, por ejemplo, se han explicado como un método para explorar los ovarios de las víctimas femeninas, cuando en realidad, la inserción de una aguja larga en el ombligo no sería la forma más lógica de alcanzar los ovarios, y se corre el riesgo de perforar los intestinos y la vejiga. Durante siglos, los dolores abdominales han formado parte de las narraciones de brujería, encuentros con el demonio e incidentes esotéricos, así que es muy posible que estos modernos eventos OVNI no sean mas que una versión actualizada de un fenómeno muy antiguo. La creencia de que el plexo solar es el centro vital de la actividad psíquica en el cuerpo humano se fundamenta en dichas narraciones. El plexo solar, de hecho, es el centro del sistema nervioso y contiene ciertos nódulos linfáticos significativos. Las sondas abdominales tal vez tengan por mira vaciar el fluido de dichos nódulos y no buscar los ovarios, más distantes.
¿Qué son los nódulos linfáticos? Esencialmente, son órganos con forma de frijol cuyo propósito principal consiste en filtrar los materiales tóxicos e infecciosos de la corriente sanguínea, destruyéndolos posteriormente. Cuando nos enfermamos, suele producirse una inflamación de los nódulos. Por ese motivo, su medico realiza un palpo por debajo de su barbilla y a lo largo de su garganta, extendiéndose a veces hasta la ingle durante un reconocimiento. Los nódulos linfáticos están situados en todas estas partes, así como en las axilas y varios otros lugares. Los nódulos debajo de la barbilla y las orejas son propensos a la inflamación durante una enfermedad. Marcas de color rojo, a menudo del tamaño de una moneda estadounidense de veinticinco centavos, aparecen en los cuellos de muchos contactados por los ovnis justo después de sus experiencias. Se encuentran justo por encima de estos nódulos. Si los ovninautas desean extraer y analizar el fluido linfático, la mejor forma de hacerlo sería perforando la barbilla o el lado del cuello. Puesto que pocos saben algo sobre sus nódulos linfáticos, asumirían de manera automática que se les extrae sangre de su barbilla o del cuello. El procedimiento sería casi idéntico a la toma de muestras de sangre.
Hoy tenemos cientos de casos en los que el testigo pensaba que los ovninautas tomaban muestras de sangre. Durante muchos de estos casos, los testigos quedaron expuestos primero a un gas desconocido, o recibieron una pastilla, o se les hizo tomar un líquido. Por este medio, una sustancia extraña – tal vez hasta venenosa – es introducida en sus cuerpos. Posteriormente, el fluido del sistema linfático pudo haberse extraído y analizado para ver qué tan eficientemente maneja el cuerpo humano la introducción de dicha toxina.
Otra posibilidad apunta a que los sujetos recibieron alguna droga, tal vez un alucinógeno, y que al finalizar su experiencia, el fluido de sus nódulos linfáticos fue analizado tan solo para asegurar que sus cuerpos respondían correctamente y que no iban a sufrir secuelas graves.
Dicho de otro modo, algo mucho más complejo que la toma de muestras sanguíneas aleatorias ha tomado lugar en estos casos. La toma de muestras aleatorias tiene poco sentido, después de todo. Hasta nuestras propias técnicas médicas son tan adelantadas en la actualidad que podemos detectar un sinnúmero de malestares y enfermedades con una sola gota de sangre.
No por esto debemos pasar por alto el hecho de que la sangre desempeña un papel importante en los misterios esotéricos de la década de los ’70. Miles de animales en distintos países han sido hallados mutilados en zonas de macroavistamientos OVNI en fechas recientes, y en cada caso, los cadáveres han sido hallados sin una gota de sangre. Esto significa que alguien se ha tomado el trabajo de recopilar varias toneladas de sangre animal para fines desconocidos. Sería muy fácil que los mutiladores desconocidos atacaran a los seres humanos aislados para vaciarlos de sangre... si es que requieren de su sangre. Pero esto no ha sucedido. A menos que las miles de personas que han desparecido de manera total e inexplicable cada año han sido víctima de estos vampiros modernos.
El síndrome de los ojos amoratados es tan sorprendente como el de los análisis de nódulos linfáticos, y está muy relacionado con el fenómeno de los Hombres de Negro (HDN) Las personas que afirman haber sido visitados por los misteriosos HDN a menudo reciben ojos amoratados que – según ellos – fueron la consecuencia de un golpe inesperado por los HDN.
Existen varias clases de HDN y parecen estar estrechamente ligados con el fenómeno ovni en una forma insospechada. Mientras que muchos contactados que conducen solos a lo largo de carreteras lejanas en la noche afirman haberse topado con un ovni en tierra, y luego haber sufrido un dolor agudo cuando un ovninauta les toca o golpea en el lado del cuello (dejando una marca roja visible posterioremente), la victima de los HDN es a menudo introducida violentamente en un vehículo, recibiendo un golpe o una dosis de gas o droga. Ambas experiencias son curiosamente parecidas. Parece que dichos encuentros requieren de alguna clase de contacto físico, a menudo violento. Pero, ¿por qué?
Sabemos que el lavado de cerebro desempeña un papel importante en los casos de contacto con OVNIS. Sabemos también que muchos testigos conservan recuerdos vivos de estos incidentes – o confabulaciones – que han sido insertados en sus mentes, aparentemente para cubrir los que les ha sucedido. Así que su recuerdo de haber sido golpeados en el ojo puede ser tan falsa como la memoria de la inserción de una aguja en sus vientres. Se produce a veces algo innegablemente físico, pero tal vez no sea lo que ellos recuerdan.
Un método contemporáneo de cirugia cerebral consiste en penetrar la orbita del ojo para llegar a los nervios, etcetera en vez de taladrar un agujero en el cráneo. Los pacientes sometidos a esta dramática intervención quirúrigca acaban con espectaculares ojos amoratados que perduran a veces por días.
¿Será que los testigos que salen de un encuentro con OVNIS o HDN con un ojo amoratado han sido sometidos a una delicada intervención quirúrgica del cerebro? Es un pensamiento aterrador, pero los investigadores en todas partes del mundo han recopilado una montaña de evidencia que sugiere que muchos testigos de los ovnis experimentan alteraciones radicales de sus personalidades y estilos de vida, y pueden haber sufrido algun tipo de neurocirugía radical.
Por muchos años, los ovnílogos se dedicaron a la tarea de comprobar la realidad de los ovnis a un mundo escéptico. Durante gran parte de estos años, la mayoría de los investigadores intentaron hacer caso omiso de los informes de aterrizajes y de contactos, y nunca se le ocurrió a nadie (con la posible excepcion de la CIA) realizar estudios cabales de los testigos. El resultado es que muy pocas personas activamente investigaban el propósito principal que atrae a los ovnis. Y seguramente les atrae algo. Ahora comenzamos a atisbar ese “algo”: estan realizando estudios altamente complejos del cuerpo humano. Para realizar este programa sin infundir temor, superstición o ansiedad, se ha creado una cortina de humo de guerra psicológica, generando absurdas historias de contactismo, creando situaciones contradictorias que acabaron por confundir a los investigadores militares y civiles, produciendo fraudes y tonterías que crearon desarmonía entre los pocos civiles que se dignaron en tomar el fenómeno en serio. Estas tácticas tuvieron un éxito tremendo. De haber tomado en cuenta el aspecto médico de antemano, y haber estudiado la gente en que el fenómeno OVNI parece haberse interesado – los testigos de los encuentros cercanos – tal vez hubiésemos desarrollado algunas respuestas concretas a las interrogantes que nos atormentan.
Si los ovninautas están interesados en nuestros sistemas linfáticos y en los demás mecanismos de defensa del cuerpo humano, tal vez todos deberíamos preocuparnos de aquellas luces raras en el cielo nocturno.
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