Rescatados del Olvido: La Oleada de 1975
Rescatados del Olvido: La Oleada de 1975
Por Jerome Clark (Sección “Saucer Central, USA” – Revista SAGA UFO ANNUAL 1976)
Traducción de Scott Corrales para Arcana Mundi
El primer informe significativo de OVNIS de 1975 fue un incidente que tomo lugar en diciembre de 1974. Pero el testigo – el granjero William Bosak de Frederic, Wisconsin – decidió guardarse el relato durante mes y medio antes de comunicárselo a Dewey Berscheid del St.Paul Pioneer Press. El articulo de Berscheid salió el 19 de enero de 1975. Entrevisté al granjero 9 días después, y me relató detalles posteriores de su encuentro inusual con un tripulante sumamente raro de un OVNI.
Bosak afirmó que regresaba a su casa a eso de las 10:30pm conduciendo entre la densa bruma que cubría el Camino Vecinal W cuando a unas seis millas al este de Frederic, los faros de su vehículo iluminaron lo que el testigo describe como “la cosa mas rara que se haya visto jamás”.
Era un objeto con forma de disco. Su parte inferior estaba oculta por la niebla, aparentemente descansando sobre el camino. Dentro de “un frontal curvo de vidrio” había una criatura que, según Bosak, “estaba tan asustada como yo”. Sus ojos de aspecto normal sobresalían por el miedo, y la criatura elevaba sus manos por encima de la cabeza.
Durante los 10 segundos en que Bosak pudo ver la criatura, percibió que era esencialmente humana (aunque la mitad inferior estaba oculta por la bruma, al igual que el resto del OVNI). Tenia dos brazos, un rostro con ojos, nariz y boca normales. Pero su cuerpo parecía estar cubierto por un pelambre oscuro, salvo por la cara y la barbilla, que estaban lisas. El pelambre que corría a los lados de la cabeza daba la impresión de estar peinado hacia atrás.
Bosak creyó por un instante que la criatura llevaba un uniforme, pero su inspección no detectó ni botones ni costuras.
Pero las orejas del ser representaban el rasgo más extraño. Para Bosak, ganadero avezado, le recordaban a las orejas de un ternero, y se proyectaban a tres pulgadas del lado de la cabeza. “Tenía la nariz y la boca muy chatas, pero no puedo recordar bien. Había mucha niebla y estaba estremecido”.
“Lo primero que pensé fue: ¿que diantre es eso? Iba a detenerme pero decidí no hacerlo. Ellos son mucho más adelantados que nosotros y pensé que si me salía del coche, era posible que acabase muerto en el arcén. Al día siguiente la gente creería que me había muerto de un infarto”.
Bosak se alejó del lugar, y al hacerlo, las luces de su vehículo se atenuaron por un momento. Pudo escuchar un sonido susurrante y suave. El OVNI había quedado atrás en las brumosas tinieblas.
“Tenía tanto miedo que me daba salir de noche”, dijo en enero. “Ya me he recuperado del susto, pero estaba muy alterado por varias semanas”.
El encuentro de Bosak se produjo durante una oleada OVNI que tuvo su comienzo el otoño anterior y finalizó a comienzos de la primavera de 1975.
El primer encuentro OVNI que se produjo en 1975 propiamente dicho fue uno sumamente raro.
El testigo lo fue David Mahon de Brownstown, Illinois. Durante la tarde del 5 de enero, Mahon, un aficionado a la fotografía, se dirigió a la parte posterior de la casa de granja de su familia para tomar algunas instantáneas de su perro. Pero lo que acabó por retratar fue algo sumamente distinto.
“De repente”, Mahon explicaría posteriormente al reportero Cliff Linedecker. “las orejas de mi perro se crisparon, y el aire a mi alrededor se llenó de un sonido sordo, parecido al sonido que hace un generador eléctrico. Mirando hacia la casa llegué a ver un gran objeto con la forma de esos platívolos de los que siempre habla la gente”.
El objeto salió del suroeste, pasó sobre la granja y se detuvo justo sobre la cabeza de Mahon a un altura de 100 pies. El joven alcanzó a ver un “domo” en la parte superior del platillo y “marcas peculiares” en su costado.
“Temblaba como una hoja y se me hacía difícil mantenerme erguido,” dijo, “pero tuve que hacer algo y de prisa. Así que tomé mi cámara de 35mm y comencé a darle al obturador. Logré tener el objeto en la mirilla un total de 5 veces. Se movía rápido y me temblaban las manos. De otro modo me hubiese sido posible tomar más fotos”.
La parte más rara del episodio tuvo su comienzo en ese momento. Mahon dice haber desfallecido, recordando tan solo una sensación peculiar de levitación – como si el OVNI lo estuviera llevando en volandas.
Acto seguido, se encontraba en un compartimiento de dimensiones reducidas, tal vez 5 pies en diámetro. No le era posible mover el cuerpo, salvo la cabeza de un lado a otro. “La única fuente de luz provenía de una serie de luces anaranjadas que parecían rodear el cubículo a la altura de mi cintura. Creo que el piloto del platillo volador me estaba dando un examen físico. Sentí que las luces sondeaban mi interior. No sé cómo puedo saber todo esto. Sencillamente lo sé.
después de lo que pareció menos de un minuto, Mahon se encontraba nuevamente en tierra. Al regresar a la casa, descubrió que su ausencia se había prolongado una hora entera. Su padre, a quien le confesaría la experiencia, afirmó haberlo llamado varias veces, pero sin respuesta.
Mahon llevó las fotos a revelar, y se comunicó a la postre con la Base Aérea Scott para interesar a las autoridades en su vivencia. Alguien le dijo que un oficial se comunicaría con el dentro de algunos días, pero Mahon concluyó la fuerza aérea no estaba interesada en su caso. Finalmente entregó la narración y las fotos al periódico Brownston Leader-Union.
La publicidad resultante produjo otro testigo: la señora Mary Ann Hunter de Brownstown, quien afirmó haber estado conduciendo a una milla de la granja de los Mahon con su familia en el momento de producirse el encuentro cercano de David. “De repente, algo me llamó la atención por el parabrisas trasero. Se trataba de una luz sumamente brillante que venía sobre las copas de los árboles. Traté de llamar la atención de los demás pasajeros, pero el objeto desapareció en cuestión de segundos. Aunque mi hijo menor también llego a verlo”.
Otro encuentro cercano con un OVNI sembró el pavor en dos jóvenes – Nancy Rose y Hope Saunders – mientras que miraban las estrellas desde la ciudad universitaria de Phillips Academy en Andover, Massachussets, el 20 de febrero de 1975.
A las 9 p.m., las dos vieron lo que tomaron a primeras por un avión a punto de estrellarse a unos 1200 pies de donde se encontraban, en el extremo opuesto del campo de fútbol. Repentinamente, cuando el objeto llegó a la altura de las copas de los árboles, se detuvo abruptamente y salió disparado hacia el cielo, deteniéndose nuevamente en un ángulo de 40 grados y desplazándose lentamente hacia el norte.
A estas alturas, ambas jóvenes determinaron que habían presenciado algo fuera de lo normal y corrieron hacia el campo de fútbol. A menos de 200 pies del objeto, alcanzaron a divisar una luz azul en su parte superior y una serie de luces rojas por debajo.
Llegado este punto, el objeto cambio de rumbo, dirigiéndose justo hacia las estudiantes, quienes observaron con emoción que el OVNI perdía altura al hacerlo. Se detuvo directamente sobre Rose y Saunders – a 75 pies sobre sus cabezas – permaneciendo ahí por casi un minuto.
El OVNI emitía un sonido tenue y parecía balancearse de un lado a otro. Finalmente retrocedió unos 25 pies y se desplazó para dar vueltas sobre la ciudad universitaria, donde al menos quince estudiantes mas fueron testigos del fenómeno. Rose y Saunders informaron que despareció durante varios minutos después de su avistamiento original, pero regresó, aunque a mayor distancia que durante el encuentro inicial. Fue entonces que los demás estudiantes, apercibidos por las jóvenes, vieron el OVNI.
A las 9:20 p.m. David Greef, otro estudiante, se comunicó con la policía para dar parte sobre el objeto. Dos agentes de la uniformada se dirigieron al lugar de los hechos, pero afirmaron no haber encontrado nada fuera de lo normal.
Aunque no se trataba de un encuentro extraordinariamente cercano con un ovni, lo que ocurrió a continuación ciertamente estuvo fuera de lo común. A las 9:45 p.m., un helicóptero sin marcas voló a baja altura sobre la ciudad universitaria, visualizado por un gran numero de estudiantes.
Sorprendentemente, cuando Raymond Fowler y John Giambrone hicieron pesquisas de parte de la Mutual UFO Network (MUFON) descubrieron que nadie – ni la policía local ni estatal, ni las bases militares cercanas – tenía conocimiento del helicóptero misterioso.
De tratarse de un incidente aislado, sería algo fácil de ignorar. Se trata, sin embargo, de un caso mas entre las docenas de casos sobre helicópteros no identificados (HNI) que han tomado lugar en fechas recientes. El año pasado fue particularmente prolijo en este tipo de avistajes.
Algunos ovnílogos, como John Keel, creen que los HNI son una especie de ovni. Ciertamente, la experiencia de Arlen R. Box de Henderson, Texas, parece respaldar esta teoría.
Box dice haber visto un helicóptero volando sobre un campo en Henderson, Texas un buen día al amanecer. Posteriormente se encontrarían vacas mutiladas en ese mismo sitio.
“Iba de camino al campo en mi tractor”, cuenta el granjero. “El sol estaba a punto de salir y un helicóptero voló a 200 pies de altura y a toda velocidad. Pero lo extraño es que el helicóptero era negro como el carbón, y no pude observar a nadie pilotando el aparato”.
En noches posteriores, Box dice haber visto luces raras, y cada mañana, se encontraban nuevos vacunos mutilados. Finalmente, al amanecer del último día de la semana, condujo su camión para recoger paquetes de forraje y pudo escuchar los ladridos de un perro.
“Al conducir sobre una cuesta”, explica Box, “lo que vi, o lo que creo haber visto, era algo salido del mismo infierno. Había una criatura negra saliendo de un pinar. No puedo jurar que haya o no sido un hombre, pero caminaba erguido. Era de color negro y le juro que tenía alas, porque el helicóptero negro estaba a unos 30 pies de altura y aquello salió volando a su encuentro. Tuve la sensación terriblemente extraña de que aquello no debería haber sido visto por ningún humano”.
Otras criaturas raras – que pudieron o no haber estado relacionadas con los OVNIS, espantaron las zonas rusticas del país a lo largo de 1975.
Durante los meses de septiembre y octubre en Noxie, Oklahoma, varias personas afirmaron haber visto una criatura peluda y simiesca de ojos rojos. En uno de estos casos, la criatura intercambiaba gritos y chillidos con un ser idéntico de ojos amarillos y deslumbrantes. Ken Tosh, Marion Parrett y otros testigos dispararon repetidas veces contra las criaturas, pero nunca lograron detenerlas ni hacerlas sangrar. Los animales, de hecho, parecían no ser de carne y hueso, porque en una sola ocasión dejaron un par de huellas de tres dedos. Todos los primates conocidos tienen cinco dedos.
Tampoco existe ningún animal convencional de ojos resplacendientes. Los testigos insisten que los ojos no reflejaban la luz meramente, sino que tenían luz propia.
Aunque no sucedió en Noxie, hay numerosos casos de estos “hombrimales” (del ingles “manimals”) que se manifiestan durante las oleadas OVNI. Muchos de estos incidentes han tomado lugar en Pennsylvania Occidental, donde un Ovnílogo emprendedor llamado Stan Gordon ha acumulado una impresionante cantidad de material de sus investigaciones personales.
Durante un caso reciente, por ejemplo, ocurrido el 18 de mayo de 1975 a eso de las 10:00 p.m., varias personas en el sector Gayville de Greensburg, Pennsylvania observaron un objeto ovalado con seis “ventanas” cuadradas que sobrevolaba la zona. Se montaron en su coche para perseguir el objeto a lo largo de una carretera vecinal, perdiéndolo de vista al hacer una vuelta en la Carretera 130.
A la noche siguiente y a un cuarto de milla del avistamiento OVNI inicial, un hombre que tomaba un atajo por una carretera lateral cerca de la Ruta 130 detectó algo que se desplazaba a su izquierda. Detuvo el vehículo y lo puso en contramarcha, retrocediendo una breve distancia.
A varios cientos de yardas de distancia, llegó a ver lo que creyó ser un perro pastor corriendo. Al mirar de nuevo, vio que se trataba de un ser simiesco. después de varios segundos, la criatura dejó de correr en cuatro patas y se levantó para correr como un humano, perdiéndose en la zona boscosa cercana.
Contando ambos incidentes en la revista Skylook de junio de 1975, Gordon formula la misma pregunta que ha perturbado a todos los que han investigado tales casos: ¿Se trata de una coincidencia, o existe una relación entre el fenómeno OVNI y el de las criaturas?
Podemos mencionar aquí que la criatura vista por William Bosak en Wisconsin guarda cierto parecido con su los “hombrimales” (quienes a pesar de ciertas diferencias superficiales, parecen ser algo distinto al Bigfoot de la región noroeste del Pacífico). Aunque emitir conclusiones tal vez sea apresurado en este momento, parecería ser que la respuesta a la interrogante que plantea Stan Gordon es “sí”.
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