Thursday, January 26, 2023

Afganistán: En Pos del Barmanu


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Afganistán: En Pos del Barmanu

Por el Dr. Ali Jan © 2007

 EL origen del pueblo de Kalash, o "los que visten de negro" en Chitral es un misterio. Su tribu ha existido por milenios, sobreviviendo en la cordillera Hindu Kush en el noroeste de Pakistán. Su religión es pagana, hablan un lenguaje antiguo y su cultura es única. Se les cataloga entre los grupos indígenas en mayor peligro.

Maureen Lines, inglesa y ahora pakistaní naturalizada, ha pasado casi 30 años viviendo con este pueblo, aprendiendo su idioma y adoptando sus costumbres. Como trabajadora social y autora de tres libros sobre Kalash, es la principal autoridad sobre su cultura. Un domingo por la tarde, tomando té en su casa en Peshawar, traje a colación el tema del folklore y la superstición en Kalash. Me contó la curiosa historia del 'barmanu' o 'yeti' de las montañas, visto a menudo en la región.

Me resultó fascinante conocer la existencia de una leyenda local parecida a las narraciones del Yeti o Piegrande de Tíbet tan mencionado. Aún más, la historia del barmanu está relacionada con el cuento de la bella y la bestia. Según los kalash, al barmanu le gustan las mujeres bellas. [Maureen] considera que muchos otros grupos o etnias comparten esta creencia. Aunque la narración está ampliamente difundida en el norte de Pakistán, está centrada en la región Shishi Kuh de los valles kalash, indica la señora Lines.

La tradición mantiene que en lo alto de las montañas de la zona kalash vive una criatura salvaje, medio bestia y medio humana. Los pastores kalash y sus vecinos de Nuristán se refieren a este ser como el barmanu en el dialecto local. Este nombre seguramente se deriva del término Ban-Manus en sánscrito, que significa 'hombre del bosque'. Hay avistamientos esporádicos de esta misteriosa bestia, y Maureen Lines alega haber oído su lamento (hecho que me fue confirmado aparte por su chofer, Shortfall, de Chitrali, quien también llegó a escucharlo).

"No era un grito común, sino extraordinariamente alto," dice Maureen, recordando el día en que caminaba con el chofer y una amiga local cuando pudo oírlo. "El grito vino del otro lado del rio, y era como el grito de una mujer, pero definitivamente animalesco, como alguien que sufre una agonía tremenda". El grito duró unos segundos y el eco reverberó en los valles por algún rato. Estaba a punto de anochecer, y sus compañeros se asustaron, emprendiendo la salida de la zona. Habiendo vivido en el valle de Kalash por casi 3 décadas, Maureen considera que no existe ningún animal, a su entender, que pueda emitir semejante sonido. "Las hienas, los chacales, leones de montaña, y hasta el escurridizo leopardo de las nieves de Kalash tienen sonidos distintivos. Este era bestial y claramente distinto. Aún tiemblo cuando recuerdo la experiencia," admite Maureen.

Las experiencias como esta trascienden el mundo de las leyendas y a veces es difícil hallarles explicación racional. Lo siguiente es aún más raro. En 1987, el científico Jordi Magraner, español asentado en Francia, llegó al valle de Kalash buscando al barmanu. Tras sus entrevistas iniciales con los nativos, fundamentadas en un estudio de 19 meses, quedó convencido de la presencia de un 'hombre peludo salvaje", pasando los próximos 15 años siguiéndole la pista. Trágicamente, fue hallado muerto en su casa en el valle de Kalash en el verano del 2002, degollado. La policía realizó pesquisas por dos años sin conclusión final, ya que no pudieron hallar ni el motivo del asesinato ni arrestar al culpable.

Magraner pasó muchos años estudiando el idioma y el origen de los neandertales europeos y del Asia central. Tenía un interés especial en la criptozoología, una rama arcana de la ciencia que aborda los seres desconocidos, el monstruo de Loch Ness y las narraciones sobre 'Piegrande'.

Entre 1988 y 1990, Magraner llevó a cabo un estudio científico con sus colegas Yannik y Erik L'Homme de parte de la Association Trogloydes de Francia. Durante su exploración en el distrito de Chitral, encontró 27 testigos de distintos encuentros con el 'homínido desconocido del norte de Pakistán'. Publicó sus hallazgos sobre el estudio de 1998-90 en Pakistán, señalando: "Tenemos 27 historias en nuestro haber. En total, 29 personas han presenciado 31 contactos con hombres peludos salvajes.

La descripción anatómica del barmanu son muy intensas. De manera sistemática, las declaraciones orales hacen hincapié en el aspecto humanoide, bipedalismo constante y abundante pilosidad (pelo) en el cuerpo, salvo por la cara y rodillas, la presencia de manos y pies. Por último, los testigos comentan sobre el hedor a carne putrefacta que emite el ser. La cabeza es voluminosa, alargada y hundida en los hombros, con pómulos prominentes, cara libre de vello, y nuca fuerte. La nariz está invertida con fosas nasales amplias...ojos ampliamente separados...boca ancha sin labios...los testigos indican la ausencia de frente y dientes grandes pero humanos (sin colmillos). No hay evidencia de barbilla".

Magraner caracteriza el grito del 'bigfoot', que llegaron a oír los miembros de la expedición, de la siguiente manera: “La voz es fuerte, la expresión contiene algunas vocalizaciones y sonidos guturales sin habla articulada identificable...los testimonios orales indican la existencia de una garganta ben desarrollada, un espacio considerable sobre la mandíbula. Los gritos se escucharon dos veces en 1988, en el bosque montañoso de Chitral. La primera vez a 600-700 metros, y la segunda a 200 metros. Estos sonidos se escucharon al anochecer. Eran poderosos y hacían eco por las montañas como gritos humanos quejumbrosos. Las voces eran agudas, como las de un adolescente o mujer. Las emisiones de sonido duraron menos de un minuto. No tuvimos tiempo de grabar estos gritos. Ningún animal en Chitral es capaz de producir tales sonidos. Ni el chacal nativo a estas zonas puede producir un gemido tan poderoso, y los chacales aúllan la noche entera a veces. Los aullidos también recuerdan al lamento de ciertas aves marinas como las laridas (gaviotas) y las procelaridas (pardelas), pero estas aves no viven en las montañas kashgarianas, ni siquiera durante su etapa de emigración. Las gaviotas y las pardelas evitan los bosques. Al día siguiente, los pastores que oyeron los gritos insistieron en que se trataba de un 'hombre del bosque (hombre salvaje)'. (Declaraciones orales sobre homínidos desconocidos vivientes: análisis, crítica e implicaciones para el origen de la lengua)

Un viaje reciente al valle de Kalash me concedió la oportunidad de conocer a las distintas personas que confirmaron todas las historias sobre la leyenda. La tribu kalash, en particular, creía en la existencia del barmanu. Esta creencia tan difundida, corroborada por las investigaciones de Magraner, no puede descartarse como fraude, folclore ni identificación incorrecta de otra especia. Aunque uno puede notar que la esquizofrenia y el abuso de alucinógenos son comunes en este lugar, ¿cómo se explican las experiencias narradas por los visitantes? No me fue posible encontrar respuesta.

Visité la casa en que se produjo el asesinato de Magraner en el valle Bumboret de Kalash, encontrándome con los que lo conocieron en vida. Las circunstancias y motivos de su muerte están en conflicto. Un niño de doce años también perdió la vida a la misma vez, y su guía afgano, el principal sospechoso, se había esfumado.

Los rumores cuentan que había formado un nexo e inteligencia con Ahmad Sha Masood, el finado líder de los muyahidín, durante la invasión rusa de Afganistán. Durante la guerra, Montaner cruzaba a menudo el valle de Panjshir al otro lado del Hindu Kush. Por consiguiente, una versión culpabiliza a los talibanes después del 11-S. Algunos creyeron que era un 'agente secreto extranjero' y pocas semanas antes de morir, el gobierno le había pedido que se marchara. Otros hablaban de su mal genio y sus peleas frecuentes con los criados, que eran afganos en su mayoría. Otros le daban una perspectiva totalmente distinta. Siendo un hombre soltero, a menudo acompañado de chicos apuestos, los musulmanes y kalasha contemplaban estas relaciones 'ilícitas' con sospecha, considerando que tal conducta estaba en conflicto con sus propias normas morales y sociales.

De cualquier modo, el asesinato no recibió publicidad al momento. Salvo por algunos informes en las páginas interiores de la prensa nacional, el 'affaire' perdió fuerza en poco tiempo. Me informaron que Maganer recibió un entierro tradicional kalash de tres días, y que el cuerpo fue enterrado en un cementerio kalash en la aldea de Krakaal. Le pedí a Subhan, un joven que es el primer estudiante de Master en su región, ayuda para localizar su sepultura. Me acompañó hasta el lugar, a la ribera del rio. La tumba está localizada al pie de un gran árbol de enebro, totalmente plana, con encintado rectangular de madera.

Según Subhan, hubo un misterio adicional: a la semana del sepelio, un extranjero que se presentó como 'amigo personal', llegó al valle desde ultramar. Mandó exhumar el cadáver, fotografió los restos detenidamente, y luego desapareció sin dejar rastro. A los pocos meses, miembros de su familia vinieron a visitar la tumba.

Durante la última etapa de mi viaje, me detuve brevemente para expresar mi respeto a un hombre extraordinario que pasó 15 años en pos de una leyenda de los montes con gran ahínco. Ahora, ¿quién continuará la labor de Jordi Montaner tras su macabro asesinato? Eso queda por verse. Aunque el investigador ya no está con nosotros, la fascinante historia del 'Piegrande' del Norte de Pakistán sigue viva.

 

[Traducción (c) 2023 Scott Corrales para Arcana Mundi, con agradecimiento a Internet Archive Wayback Machine y jang.com.pk The News]

 

1 Comments:

Blogger Miguelags said...

Los homínidos gigantes como este o el piesgrandes se pueden explicar como un raro fenómeno de plasma vinculado a los ovnis o a los rayos bola.
https://electroballpage.wordpress.com/cryptids-made-with-electroballs/

Mas sobre este fenómeno aquí: https://electroballpage.wordpress.com/

Un Saludo

10:20 AM  

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