John Keel: OVNIS, contactados y “agentes durmientes”
John Keel: OVNIS, contactados y “agentes durmientes”
(De la revista SAGA UFO Report -- Octubre de 1977)
En la jerga de la comunidad de inteligencia, el “durmiente” es el agente que permanece inactivo por años mientras que vive en un estado de “encubrimiento profundo”. El o ella sigue siendo un agente leal, pero no realiza labores de espionaje hasta que finalmente, tras muchas décadas de haber sido “sembrado”, su agencia de inteligencia requiere de sus servicios. Por ejemplo, se reveló en fechas recientes que un espía de Alemania Oriental fue enviado a vivir en Alemania Occidental para realizar una misión específica: entrenar a su hija de cinco años de edad para ocupar un cargo responsable, una vez mayor, como secretaria para una agencia del gobierno de Alemania Occidental. Suena increíble, pero esta clase de manipulación y planificación a largo plazo resulta común en el mundo tenebroso del espionaje internacional a lo James Bond.
Hay “agentes durmientes” sembrados a lo ancho de nuestra sociedad. Algunos viven y trabajan en una comunidad por 20 o más años, aceptados por todos como maestros, periodistas o comerciantes, recibiendo pago de alguna agencia aparte de sus ingresos regulares, esperando a que llegue el día en el que repentinamente se les exija abrir una caja fuerte, tomar fotografías furtivas, o en casos extremos, pegarle un tiro entre los ojos a alguien.
Dado que la comunidad de la inteligencia carece de miramientos, los “durmientes” a menudo son sacrificados – involuntariamente, claro – por el bien de una causa mayor. Hay evidencia de que Lee Harvey Oswald fue un durmiente que acabaría pagando el pato en un ardid complejo para asesinar a Fidel Castro. En vez de eso, algún buen conocedor de las maniobras de inteligencia manipuló a Oswald para convertirlo en el chivo expiatorio en el asesinato del presidente John F. Kennedy. La agencia o agencias que retuvieron a Oswald tuvieron que ocultar sus propios ardides, y la situación engendró tantos encubrimientos que la confusión total impera entre los investigadores del asesinato.
Candy Jones, la famosa modelo y esposa de Long John Nebel, el presentador estrella de la radio neoyorquina, fue otra clase de durmiente. Mediante el uso del hipnotismo y las drogas, la CIA la convirtió en una espía de encubrimiento profundo. Se le envió a cumplir misiones bajo estado de trance hipnótico, utilizando un nombre falso, y créanlo o no, una personalidad falsa que se le inculcó mediante las técnicas de lavado cerebral. Cuando regresó de dichas encomiendas, retomaba su personalidad y vida normal, sin ningún recuerdo de sus aventuras como espía. Fue víctima de estas prácticas de inteligencia que han estado en uso por más de 40 años.
En la década de los sesenta descubrí, para mi sorpresa, que los durmientes son algo común en el fenómeno OVNI. Al igual que Candy Jones, gente normal acaba movilizada al servicio de los ovnis para realizar un sin fin de misiones, pero sin tener memoria consciente de dichas misiones al regresar a sus vidas normales.
En términos del contactismo, se dice que han sido “utilizados”.
Al igual que todos los contactados, estos durmientes tienen dos características importantes – tiene actividades psíquicas latentes o activas, y son muy sugestibles (es decir, se les hipnotiza con facilidad)A menudo, como he señalado en mis distintos artículos y libros, se les implanta un recuerdo confabulado o fraudulento para explicar el plazo de tiempo durante el que estaban siendo utilizados. Una persona que no tiene recuerdos de una semana entera, por ejemplo, regresa con la impresión tangible de haber sido llevado a otro planeta. La psiquis humana es tal que se pueden colocar capas y capas sobre el inconsciente. La experiencia falsa llena la capa externa mientras que memorias sensoriales de la experiencia en sí se ocultan en capas más profundas. Un investigador inexperto, utilizando la hipnosis, sólo alcanza las impresiones superficiales y ni siquiera intenta alcanzar las capas inferiores. Una vez que el amateur ha hecho aflorar la impresión inicial, la capa oculta queda sepultada más que antes y alcanzarla se vuelve casi imposible.
Al igual que en los procedimientos de la inteligencia convencional – como en el caso de Candy Jones – el durmiente debe ser hipnotizado o drogado para alcanzar un estado de trance profundo. Los trances posteriores se logran fácilmente mediante un “gatillo”. Los gatillos pueden asumir una variedad de formas. Un sonido a una frecuencia específica puede hacer que la víctima entre en un estado de trance instantáneo. Luces que parpadean en una secuencia específica pueden lograr el mismo efecto, o basta con usar una palabra o mando sencillo. Después de que el doctor Benjamín Simon hipnotizara a Betty y Barney Hill, le fue posible inducir el trance con tan solo decir “Trance, Barney”. La Sra. Nebel a menudo entraba en un estado de trance espontáneo con tan solo mirarse al espejo.
He examinado contactados que fueron programados para entrar en estado de trance al ver un símbolo en particular...a menudo una letra del alfabeto griego, o combinación de letras griegas. Creen haber visto dichas letras pintadas en el costado de una nave espacial. Lo más probable es que meramente se les enseñó dicha secuencia de letras y que un mando posthipnótico fuese agregado a estos símbolos junto a la impresión superficial de una nave espacial. Sus mentes acabaron por combinar ambas cosas.
Lo común es que una sugerencia posthipnótica desaparezca en cuestión de meses, o algunos años, como mucho. Por consiguiente, una vez que la persona haya tenido la experiencia de contacto, los episodios de hipnosis deben repetirse periódicamente. Por este motivo, aquellos testigos que alegan haber tenido experiencias de contacto con un OVNI a menudo tienen experiencias que se repiten cada tres años. Desdichadamente, las experiencias posteriores a menudo están muy enterradas en el inconsciente, el testigo podrá carecer de recuerdos conscientes de ellas. Sólo la experiencia inicial, con su vívida corteza superior, puede retirarse mediante el uso de técnicas comunes.
Los “contactados silenciosos” que experimentaron algún tipo de contacto OVNI hace mucho tiempo, aún cuando niños, pueden convertirse en durmientes y experimentar períodos de amnesia temporal, etc. a lo largo de sus vidas sin relacionar estos lapsos con su primer contacto OVNI.
Las mentes de algunos testigos no pueden ajustarse a esta alteración patente. En ciertos casos, se desarrolla un conflicto clásico entre la mente consciente y el inconsciente. Las impresiones ocultas bajo las capas superficiales comienzan a aflorar, produciéndose un solapado que resulta en confusión o locura transitoria. Betty y Barney Hill solicitaron ayuda psiquiátrica porque sufrían de horrendas pesadillas, un resultado común de dicho solapado. Otros sufren porque las impresiones de las capas superiores se filtran a la mente consciente y la combinación posterior les convierte en fanáticos, predicadores OVNI. En un sinfín de casos de la casuística OVNI vemos que las impresiones ocultas acaban por hacerse con la mente consciente, obligando al contactado / contactada a asumir una personalidad totalmente distinta, y en algunos casos, ¡declararse extraterrestre! Otros, como en el caso de Candy Jones, acaban luchando con personalidades dobles.
Las personas que logran el ajuste sin ninguno de estos problemas pueden funcionar como durmientes en un sinnúmero de formas. Una llamada telefónica con pitidos misteriosos puede hacerlos entrar en trance durante el cual pueden escribir una carta basura o realizar cualquier otra actividad que normalmente no realizarían bajo otras circunstancias. En un caso de Nueva Inglaterra hace algunos años, un joven que era – sin saberlo – un durmiente acabó por meterse en líos luego de disparar contra un Hombre de Negro que conducía un Cadillac negro. En efecto, el HDN era un ciudadano común y corriente y el Cadillac era un vetusto Ford. Pero el joven investigador OVNI alucinaba en un estado de semitrance, ¡inducido por un sonido que emanaba por la radio de su vehículo! Su inconsciente proyectaba material abiertamente a su mente consciente.
Lo espeluznante de todo esto es que cada oleada OVNI puede hacer que más gente caiga bajo el control oculto del fenómeno. No hay forma de estimar cuántos “agentes dormidos” pueda haber luego de 30 años de avistamientos OVNI. Tampoco tenemos la manera de localizar todos los gatillos que se utilizan. Podemos teorizar con cierto grado de certeza que casi cualquier persona que desarrolle una obsesión con los OVNIS ha sido sujeta a laguna forma de programación mental en algún momento de su vida.
Hace años la comunidad de inteligencia descubrió la forma de producir el mismo efecto mediante la hipnosis, las drogas y las técnicas de lavado cerebral. Pero es inverosímil – o totalmente imposible – que alguna nación pudiese aplicar estos métodos a poblaciones enteras. Tal vez fueron los estudios de la CIA con los contactados OVNI los que les dieron la idea de crear agentes durmientes como Candy Jones.
(Traducción de Scott Corrales para Arcana Mundi)
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