Wednesday, January 09, 2019

¿Un OVNI durante la Gran Guerra?




¿Un OVNI durante la Gran Guerra?
Por Scott Corrales (c) 2019

En su ejemplar de mayo de 1959, la revista FLYING SAUCERS, dirigida en aquel entonces por Roy Palmer, pionero del 'platillismo' en su forma escrita, habiendo sido fundador de la prestigiosa revista FATE (que aún existe en formato electrónico), reproducía una carta recibida por su editorial acerca de un posible avistamiento ovni en plena Primera Guerra Mundial. Aunque no hay forma de corroborar el hecho, dada la distancia cronológica que nos separa de 1959, ni decir el conflicto que destruyó media Europa y el orden mundial conocido hasta entonces, nos limitamos aquí a presentar el dato anecdótico.

Un hombre llamado Maurice Phillipe Tuteur dirigió una misiva a las oficinas de FLYING SAUCERS sin dar fecha ni dirección, esta última siendo una costumbre en la forma estadounidense de redacción de cartas, y cuya ausencia a menudo es motivo para su omisión de la sección de 'cartas a la editorial'. Pero la información era tan curiosa que resulta posible comprender la excepción que hiciera Palmer en su momento.

Tuteur hizo referencia un mensaje escrito recibido por sus padres y que ostentaba la fecha del 16 de diciembre de 1916, en la que el remitente informaba a estos que había sido elevado al estado mayor pero que esto no indicaba su promoción al rango de mayor - cosa que seguramente hizo gracia a los lectores. El autor del mensaje pasa de lo jocoso a lo sorprendente:

"Esta mañana vi algo sumamente sorprendente, y por un momento llegue a creer que estaba padeciendo de una ilusión óptica, pero dos sargentos mayores que estaban conmigo lo vieron también, así que supongo que aquello estaba ahí. Les diré lo que vi."

"En el cielo, a la distancia, había lo que parecía ser un zepelín. El objeto ascendió directo hacia las nubes (en nuestra retaguarda) y luego de desplazarse verticalmente, se dirigió en horizontal a una marcha que debió haber sido de cerca de doscientas millas por hora. Dio una vuelta, se lanzó en reversa y ascendió repentinamente, perdiéndose en las nubes. Les puedo asegurar que tan solo bebí limonada aquel día. Pueden tomárselo como gusten, pero es lo más maravilloso que he visto en mi vida, si es que mi experiencia fue real."

Tuteur agrega que la zona en que se produjo el avistamiento fue el mismo sitio en que se produjo el primer ataque de gas venenoso en la guerra y dónde los alemanes dispararon sus cañones "Big Bertha" por primera vez. Hurgando entre los libros de historia, descubrimos que el primer ataque fue el 22 de abril de 1915 en Ypres, Bélgica (recordemos que la carta está fechada el 16 de diciembre del año siguiente) y los cañones Big Bertha llevaban en servicio desde 1914. ¿Trucos de la memoria del Sr. Tuteur, o intento de fraude?

Pero antes de echarlo todo al cubo de basura, hay que tener en cuenta un avistamiento fidedigno de OVNI el 31 de enero de 1916 sobre Rochford, Inglaterra, en el que un piloto informó haber presenciado las maniobras de "una hilera de luces como el vagón de un tren" que se elevó repentinamente hasta desaparecer, acción que coincide con la del supuesto objeto en Bélgica.

Nos encontramos con otra pista interesante, sobre todo al tener en cuenta que la aviación civil y militar estaba en su infancia (Blériot recién había cruzado el Canal de la Mancha en 1909 en su monoplano de tres cilindros). El mando de inteligencia británico venía siguiendo con interés los informes sobre 'aparatos voladores enemigos y luces voladores' sobre la costa de Albión. Esta organización, posteriormente conocida como MI5, dictaminó que espías alemanes se comunicaban por medio de luces con las tripulaciones de los zepelines de guerra cuyos bombardeos causaron pavor en Londres. Por otro lado, pilotos de la Royal Flying Corps ya habían perseguido una "misteriosa luz en el cielo" en 1916. El teniente R.S. Maxwell pudo percibir una luz "claramente artificial" a diez mil pies de altura mientras que volaba a cincuenta millas por hora, siendo capaz de seguirlo por veinte minutos antes de que el intruso se perdiera entre las nubes...algo que no hubiese hecho ni el mismo barón Von Richtofen.

El objeto en la carta referida por Tuteur a FLYING SAUCERS, ¿pudo haber sido entonces prueba fidedigna de actividad OVNI en el teatro de guerra? Es posible que nunca lleguemos a saberlo.

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