Wednesday, September 14, 2022

A la luz de la luna: OVNIS y granjeros

 


 

A la luz de la luna: Granjeros y OVNIS

Por Scott Corrales © 2022 para Arcana Mundi

Los avistamientos y aterrizajes ovni en granjas y zonas de cultivo representan una parte significativa de la casuística. De hecho, el investigador y escritor Bruce Maccabee comenzó a interesarse en el misterio tras la lectura de una noticia de prensa que informaba sobre "un granjero que había visto un objeto brillante, altamente estructurado que sobrevolaba, aterrizaba y luego dejaba marcas en el terreno" en las cercanías de Rutland, estado de Vermont, su región natal. Y es que los agricultores en todas partes del mundo realizan sus faenas a todas horas y bajo todas las condiciones meteorológicas, actividades que los colocan en la primera fila de los testigos, y no solo de objetos voladores.

Expedientes X en 1947

Los "Expedientes X" (para abusar aún más de tan mancillada denominación) de la legendaria y desaparecida NICAP incluyen un caso interesante de las primeras semanas de la fiebre platillera de 1947.

Un granjero y sus dos hijos fueron testigos de un objeto a 300 pies de distancia y 75 pies sobre el nivel del terreno el 13 de agosto de 1947 desplazándose contra la pared de un desfiladero de 400 pies de altura. El objeto parecía volar a ras de tierra, siguiendo el contorno. Por lo que pudo determinar el granjero, el aparato desconocido medía 20 pies de diámetro y 10 de grueso, lanzando llamas de unas 'vainas' adosadas a su estructura. Más interesante aún - el ovni emitía un silbido que sacudía los árboles al sobrevolarlos. El caso recibió el número de serie 0066.00 en los casos de NICAP con un dibujo basado en la descripción de los testigos, sugiriendo que su superficie ostentaba un extraño grabado geométrico.

Los mismos expedientes de la desaparecida NICAP mencionan el caso de un granjero a tiempo parcial y su ayudante que se dedicaban al cultivo de tabaco a la medianoche del 18 de julio de 1952. Al levantar la vista, ambos hombres vieron dos objetos fusiformes de aspecto transparente e iluminación interna. El evento tuvo una duración de pocos minutos, con el resultado de que ambos objetos sencillamente se elevaron hasta perderse de vista. Los objetos voladores no identificados han transitados por los cielos de todos los continentes del planeta, y Africa no es la excepción. El 4 de febrero de 1954, un granjero en Douglas - comunidad en las afueras de Kimberley, Sudáfrica, afirmó haber visto "un objeto redondo y brillante" en el cielo que dejaba una estela de humo a su paso, emitiendo un sonido raro e "indescriptible". El intruso celestial también fue visto desde otra granja a cinco millas de distancia, y su extraño ruido se pudo escuchar en otro cortijo a trece millas de distancia. La noticia fue difundida por el periódico Rhodesian Herald en su edición del 02.05.1954.

 

Caballos, vacas y salchichas voladoras

Las actividades cotidianas, por no decir mundanas, de las casas de labranza se ven interrumpidas a menudo por objetos extraños en los cielos, procedentes de mundos o dimensiones inimaginables para los hombres y mujeres que viven de la tierra.

El 10 de octubre de 1977, a la 5:15 de la madrugada, el adolescente Greg Hughes emprendía la labor de llevar las vacas a ordeñar cuando lo insólito lo tomó por sorpresa. "Vi algo que no quiero volver a ver jamás", confesó Greg al Fleming County Gazette.

Greg iba a caballo, guiando a los bovinos a través de la arboleda, cuando vio un objeto anaranjado suspendido sobre la superficie. Pensando a primeras que se trataba del faro de un algún avión, el objeto se acercó al humano y sus animales, intensificando su brillo y emitiendo un ruido parecido al de una sirena.

El caballo de Greg relinchó y las vacas comenzaron a mugir de terror. Sin pensarlo dos veces, y como lo hubiera hecho Gene Autry, Greg Huges salió al galope, intentando ganar la seguridad de la vaquería dónde lo aguardaba su hermano Jackie. Cabe señalar que las vacas no se quedaron atrás, precipitándose en estampida hacia el establo.

Jackie Hughes investigaría la zona del evento posteriormente sin detectar ninguna marca en el terreno ni quemadura que pudiera haber sido consecuencia de la presencia del intruso, descrito posteriormente por su hermano como "un hot dog (salchicha) de unos ocho pies de largo".

Tal vez le hubiese hecho gracia a los hermanos Hughes saber que el rotativo británico News of the World había publicado un caso aún más extraño en septiembre de 1977. La edición del 25.09.1977 mencionaba a un granjero de la comunidad francesa de Tout, que faenaba cuando "un platillo volador" aterrizó intempestivamente en su propiedad a plena luz del día. Según las declaraciones del agricultor galo, un hombre y una mujer - ambos desnudos - saltaron del objeto para hacerse el amor antes de subirse de nuevo al objeto, que se elevó al cielo con una onda de choque que casi tumbó al granjero. Con una sonrisa, archívese bajo 'cosas que suceden en Francia'

 

Monstruos y granjeros

El 14 de enero de 1979, el granjero Forest Price descubrió que uno de sus chivos había sido víctima de un ataque, muriendo con el pescuezo roto. Días antes, los animales de su granja habían sido presas del pánico causado por el merodeo nocturno de una criatura denominada "Knobby" por los vecinos de Carpenter's Knob, Carolina del Norte, EEUU. A decir de los vecinos, esta enigmática criatura, cuya descripción correspondía a una subcategoría de los seres Bigfoot, ocupaba una caverna en la zona.

A la tarde del día siguiente, la señora Kay Price y sus hermanas conducían a lo largo de la Carretera 10 cuando una de las mujeres profirió un grito. Al lado de la carretera se hallaba un ser de pesadilla - supuestamente "Knobby" - y sucedió algo inesperado: una de las hermanas, Gaye Smith, de 18 años de edad, se bajó repentinamente del vehículo, corriendo hacia la criatura para poder verla mejor. Gracias a su denuedo, se obtuvo la mejor descripción de la extraña presencia. "Knobby"  medía seis pies y dos pulgadas de estatura con un peso estimado de doscientas libras. Tenía un rostro rosado cubierto de vello negro, más corto y menos espeso que el pelambre que ocultaba el resto del cuerpo. Al verla acercarse a la carrera, el insólito ser pegó un salto a una elevación más alta, mirándola fijamente. Gaye Smith pudo completar su descripción del ente, diciendo que tenía hombros sumamente anchos, cintura angosta, y que parecía haber estado comiendo un ave cuyos restos podían verse en el suelo.

 

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