Thursday, August 29, 2019

El Enigma de Crater Lake



El Enigma de Crater Lake
Por Scott Corrales (c) 2019

Si creemos lo que nos dicen las guías turísticas, hace siete mil años (sin mediar documentación escrita, que conste) los primeros habitantes de América del Norte presenciaron algo que resulta sobrecogedor en cualquier milenio de nuestra historia: tras una salvaje erupción volcánica, una cumbre cuya altura se estima en los 4000 metros se desplomó al abismo, dejando en su lugar uno de los lagos más profundos y misteriosos del continente. Se trata de Crater Lake (el lago cráter) en el estado de Oregon, EE.UU. , cuya presencia sirve de imán a miles de visitantes anualmente. Alimentado por la lluvia y la licuación de las nieves de las montañas circundantes, el lago reluce con un azul nítido que oculta sus casi dos mil pies (seiscientos metros) de profundidad.
Las erupciones posteriores crearon formaciones interesantes como Wizard Island – la isla del hechicero – con cumbres dentadas y hostiles. Bosques de gran antigüedad rodean el lago, mayormente distintas variedades de pinos que albergan una fauna que va desde osos hasta gatos monteses.


Pero si vamos más allá de las descripciones que nos ofrecen las guías y enciclopedias, nos encontramos con testimonios que desmienten esta belleza. Crater Lake es un sitio de actividad paranormal considerable y el escenario de misteriosas desapariciones que nunca se han llegado a resolver.

Comencemos, pues, por las leyendas de las tribus nativoamericanas que ocuparon esta región del noroeste de Estados Unidos en la época histórica.

Existe la creencia entre la tribu klamath de que hubo una gran contienda entre dos seres sobrenaturales – Skell, el dios de la bóveda celeste, y Llao, el dios del inframundo. La deidad del averno podía mirar a la superficie porque las aguas del lago aún eran someras, y alcanzó a ver a la princesa de los klamath, enamorándose enseguida. La princesa no dudó en rechazarlo, y Skell juró venganza eterna contra los klamath, causando la erupción volcánica. Skell, el dios celeste, bajó de su morada para luchar por la tribu, haciendo que el volcán se desplomara por completo y atrapando a Llao bajo el lago.

Para los nativoamericanos, la belleza del lago es una ilusión para engañar a los incautos, y aconsejaban a los viajeros blancos – que comenzaron a llegar a la región a mediados de 1850 – a no mirar las aguas cristalinas, ya que el lago era capaz de hipnotizar y causar el suicidio. De hecho, la isla Wizard era el lugar dónde acababan las almas de los malvados, y tratar de llegar al dentado islote era cosa de locos.

Desapariciones misteriosas

Las primeras desapariciones misteriosas comenzaron a producirse en 1911, cuando un fotógrafo que había acudido a la región a fotografiar el lago cubierto de nieve se esfumó por completo. El artista de la cámara era un avezado explorador, pertrechado para el inclemente invierno que suele imperar en Oregon, pero ni eso impidió su desaparición. Los buscadores encontraron sus provisiones y trineo, pero su suerte sigue siendo un misterio hasta el sol de hoy.

El extraño cuerpo de agua se convirtió en un verdadero peligro para la aviación en la década de los ’40, con desapariciones de numerosos vuelos militares encaminados a la base aérea en la ciudad de Klamath Falls. Concretamente en 1945, siete cazas Grumman F6F con destino al estado de Washington desde su estación aérea en California penetraron en un banco de nubes cerca de Crater Lake, y al salir de la bruma, encontraron que uno de los aviones no estaba. Se había volatilizado.


Treinta años más tarde, un guardabosques descubrió los restos de un Grumman F6F en la arboleda y se dispuso a investigar. A pesar de su conocimiento de la zona, el guardabosques se extravió y sintió que algo o alguien le estaba mirando. Optó por sentarse en el tronco de un árbol caído para serenarse y poder salir del aprieto. De repente hizo un hallazgo macabro: al otro extremo del madero había un cráneo humano en perfecto estado de preservación, con todo y mandíbula. A pesar de su dilema, el guardabosques no dudó en llevar el cráneo consigo mientras que trataba de encontrar el camino correcto para regresar. Las pesquisas posteriores indicaron que la cabeza correspondía a Frank Lupo, un piloto de veintidós años de edad al mando del Grumman extraviado.

A comienzos de la década de los ’70 – que para el que esto escribe, es la década esencial para toda suerte de fenómenos paranormales – un turista decidió probar la nieve con sus raquetas, saliendo del poblado de Rim Village en la compañía de su perro, animal que regresaría al punto de partida sin su amo. Las autoridades se lanzaron a la búsqueda, siguiendo las huellas que dejaban las raquetas del turista en la nieve compacta. Las huellas finalizaban al borde del cráter. No se volvió a saber del desventurado, a pesar de las pesquisas que se realizaron.

¿Restaurantes OVNI?

El boletín de la desaparecida organización APRO (Aerial Phenomena Research )Organization para el mes de marzo de 1982 (Vol.30, 12) presenta el curioso caso de una familia cuyo nombre se mantuvo en reserva para evitar que fuesen blanco de burlas. La madre de la familia escribió una larga misiva a la organización buscadora de ovnis acerca de un ‘encuentro cercano’ ocurrido en las inmediaciones de Crater Lake.

“Sé que estuve dentro de un OVNI,” afirmó la señora en su carta. “Esto sucedió alrededor del 2 de julio de 1953 o 1954, mientras que me encontraba en Oregon con mi madre, hermano, hermana, dos hijas y dos nietos.”

Conduciendo a lo largo de la carretera 97, la señora observó que se le agotaba la gasolina a su vehículo y decidió detenerse en “un restaurante grande y redondo” diez millas al sur de la intersección de las carreteras 97 y 138. Curiosamente, el motor del vehículo quedó calado justo al acercarse al “restaurante” que disfrutaba de un “estacionamiento bajo techo”. Había tres o más vehículos en dicho sitio. La familia se internó en la estructura, que estaba iluminada al máximo, con paredes espejadas y sillas y asientos hechos de materiales que nunca había visto antes, pero que parecían vidrio o plexiglás. El hermano de la señora se asomó a otro cuarto contiguo que describió como ‘una gran sala de baile’ con ventanas a un metro del techo. Esta maravillosa estructura estaba al sureste de
Crater Lake, a juicio de la señora.

El personal de servicio del ‘restaurante’ era de pelo rubio y físico muy menudo. La señora no recuerda haber escuchado conversaciones, pero se fijó que los demás clientes vestían ‘uniformes plateados’ con botas de detalles negros.

A pesar de la alta extrañeza de la situación, la señora no dudó en conversar con el personal, preguntándole a la ‘camarera’ que dónde había conseguido su uniforme. La ‘camarera’ contestó, pero la mujer no recuerda la respuesta, salvo que su voz era ‘suave y musical’

La señora recuerda pagado la cuenta en una especie de ‘jaula redonda’ antes de salir de la estructura. El grupo familiar se montó en el vehículo, que sencillamente se deslizó, saliendo del estacionamiento, antes de arrancar. Se dio cuenta de que el depósito de gasolina no solamente ya no estaba vacío, sino medio lleno.

Conduciendo hasta la carretera que conduce a Crater Lake (ruta estatal 138), se encontraron con dos máquinas quitanieves y un camión. Se detuvieron a preguntarle a uno de los trabajadores sobre el flamante comedero del que acababan de salir. “El hombre me miró como si estuviese loca,” escribió la mujer.

Rizando el rizo de la extrañeza, una de las dos hijas de la señora exclamó que había dejado su bolso en el misterioso restaurante, precipitando el viaje de regreso. Como era de esperar, la extraña estructura ya no estaba, y no solo eso, al revisar su dinero, la señora descubrió para su sorpresa que no había gastado dinero alguno. Todos sus dólares estaban en el monedero.

Monday, August 26, 2019

Irlanda: ¿Avión dañado por un OVNI sobre Boyne Valley? (2004)



Irlanda: ¿Avión dañado por un OVNI sobre Boyne Valley?
Fuente: Periódico LEADER, Drogheda, Irlanda
Fecha: 19.05.04


La autoridad de aviación irlandesa ha negado que un aparato Boeing 737-400 de la aerolínea Aer Lingus hubiera sido dañado al encontrarse con un OVNI mientras que volaba sobre la población de Slane.

La organización UFO and Paranormal Research Ireland (UPRI) afirmó de manera sensacional que un objeto volador no identificado de forma triangular voló alrededor de dos aviones y causó daño a uno de ellos.

Según Carl Nally, socio fundador de la organización, se trata del incidente ovni de mayor importancia que jamás se haya dado a conocer en Irlanda. “La proximidad y el hecho de haber tomado lugar dentro de un espacio aéreo restringido lo hace más sorprendente aún”.

Nally dice haber hablado con un piloto envuelto en el incidente. “El piloto aseveró que el OVNI se acercó a su avión de línea de manera amenazante y la turbulencia que produjo bastó para dañar el avión.

Según Nally, el 4 de enero de 2004 un 737-400 de la Aer Lingus se acercaba a la costa este de Irlanda con 135 pasajeros a bordo. Estaba siendo seguido por un Airbus 330 de la British Midlands que le seguía a una distancia de seis millas.

A la par que los reactores se acercaban a la región de Slane, la tripulación del Airbus de la Midlands alegadamente pudo ver como un OVNI de configuración triangular despegaba de un campo vecino con luces parpadeantes de gran intensidad.

Nally comenta que el OVNI triangular comenzó a trazar círculos en torno al Boeing 737 de Aer Lingus y la tripulación experimentó una merma en la potencia del aparato. Desde su posición a seis millas de distancia, los tripulantes del Airbus podían percibir un resplandor púrpura que rodeaba al avión irlandés.

El OVNI no tardó en colocarse al frente del aparato de Aer Lingus a la misma altura. Según Nally, el piloto se vió obligado a pedir un cambio de rumbo o “cambio de vector” para evitar una colisión.

Cuando el avión por fin logró aterrizar, la tripulación no pudo accionar los frenos de velocidad ni los “flaps” de las alas a mas de una cuarta parte de lo requerido. Siempre según Nally, cuando el avión fue sometido a examen se descubrió que las alas estaban dañadas, como si alguien las hubiera abollado con un mazo.

La Autoridad de Aviación Irlandesa (IAA) niega que haya sucedido ningún incidente parecido. Lilian Cassin, portavoz de la IAA, dice que “Este cuento no tiene ni una onza de credibilidad. No hay forma de que un controlador de tránsito aéreo iba a otorgar un cambio de vector para rodear un aparato desconocido. Yo fui controladora de tránsito por 10 años y nunca he visto nada parecido. Si el avión fue dañado en la forma que dicen, se hubiera presentado un informe al respecto. Revisé con las aerolíneas y no hubo ningún incidente que requiriese atención”.

Pero el UPRI alega que ese mismo día, otro aparato tuvo un encuentro con un fenómeno desconocido: a las 10:30 pmp un Airbus 330-200 con 213 pasajeros se acercó a la costa este y—al igual que en el primer incidente—la tripulación pudo observar una luz como un estrobo. Según Nally, el control de tránsito aéreo informó a la tripulación de este avión que debían cambiar de curso para evitar el OVNI que tenia 360 pies de largo. “El OVNI voló alrededor del avión agresivamente entre 8 y 10 minutos, haciendo que el avión se sacudiera violentamente”.

[Traducción de Scott Corrales para Arcana Mundi (c) 2004)

Friday, August 23, 2019

¿Hombres de Negro en 2019?



¿Hombres de Negro en 2019?
Por Scott Corrales

En fechas recientes se supo de la relación sentimental entre el presidente ejecutivo de la empresa 'online' Overstock.com con la espía rusa María Butina. En material confirmado al rotativo New York Times, Patrick Byrne, dirigente de Overstock. La espía supuestamente le hizo partícipe sobre las manipulaciones del "estado profundo".

Interesante, pero no guarda relación con los temas que abordamos aquí.

Lo que sí es curioso es el comunicado de prensa de la empresa que hace mención de los Hombres de Negro (Men in Black o MIB por sus siglas en inglés).

El 12 de agosto de 2019, Overstock.com emitió el siguiente comunicado:

SALT LAKE CITY, 12 Ago 2019 (GLOBAL NEWSWIRE) Overstock.com, Inc. (NASDAQ:OSTK) Declaración del Presidente Ejecutivo Patrick M. Byrne:

"Sara Carter ha publicado dos artículos relacionados con los siguientes alegatos de mi autoría:

1. A partir del 2015 (bajo la premisa de asistir legítimamente a los esfuerzos del orden público) participe en lo que se conoce ahora como la 'investigación Clinton' y la 'investigación rusa'. Fue la tercera vez en mi vida que ayudé a los Hombres de Negro: la primera fue tras el asesinato de mi amigo Brian Williams. La segunda fue cuando ayudé a los HDN a sacudir la bolsa de valores de Wall Street hace una década. Desafortunadamente, esta tercera ocasión tuvo que ver menos con hacer valer las leyes y más con espionaje político hacia Hillary Clinton y Donald Trump (y Marco Rubio y Ted Cruz, a menor grado).

2. En julio de 2018 armé el rompecabezas y se lo hice saber inmediatamente a un congresista y un alto militar (julio pasado) y en abril del año en curso, a la Secretaría de Justicia y un reducido núcleo de periodistas este verano (por consejo de mi rabino en Omaha, quien me recordó de mis deberes como ciudadano). La señora Carter figuraba entre ellos. Sus notas periodísticas son correctas.

Habiendo confirmado los dos artículos de la señora Carter, he cumplido con las obligaciones ciudadanas que me hizo recordar mi rabino. No volveré a hablar sobre el tema. Habiendo vivido en países donde no existe el imperio de la ley, y habiendo sido testigo de las consecuencias de tal ausencia, pienso sentarme a observar mientras que la secretaría de justicia reestablece el imperio de la ley en nuestro país".

¿Hablaba Byrne de los HDN en sentido metafórico? ¿Será que el campo de acción de dichos siniestros personajes ha cambiado de los ovnis a algo más concreto – aunque más turbio – como la política estadounidnese? En los casos HDN tradicionales siempre se ‘dejaba ver el plumero’ de la actividad de servicios de inteligencia (al grado que llegó a afirmarse que los siniestros silenciadores formaban parte del batallón 1129 de la USAF).

Seguiremos informando.

Monday, August 19, 2019

¿OVNI con Tripulantes en Irlanda? (1945)



¿OVNI con Tripulantes en Irlanda? (1945)
Por Scott Corrales


Resulta interesante leer sobre eventos en las crónicas humanoides que tomaron lugar en lugares que no asociamos inmediatamente con el fenómeno OVNI - caso concreto, Irlanda, que siempre asociamos con los duendes de la tradición celta y las serpientes lacustres que se encuentran en distintos cuerpos de agua de la "isla esmeralda". El investigador Mark Malony, vecino de Dublin, circuló un incidente que supuestamente tomó lugar alrededor de la navidad de 1945 en una de las islas que hacen de Irlanda un archipiélago - mas de doscientas islas, desde escollos hasta islots a islas bien conocidas, como el grupo Aran, de consderable población, como Achill Island y Gorumna. El protagonista anónimo del encuentro se hallaba solo en una playa, esperando la llegada de un bote que lo llevara de regreso a su hogar.

"Repentinamente, un potente destello como el del flash de una cámara se hizo visible sobre las nubes negras que cubrían el mar. Un objeto del tamaño de un aeroplano, pero con la forma de un cuadrado rematado por un domo, se abalanzó a velocidad demoledora contra el mar. El domo estaba rodeado de luces de color púrpura. El objeto permaneció sobre la superficie del mar por algún tiempo mientras que yo me hallaba cimentado a las piedras de la playa, atónito y asustado. Lo único que me era posible oír era el ruido del objeto, que era como un barrenillo. De repente, se alzó de las aguas para volar sobre mí y descender lentamente en los campos que estaban a mis espaldas, como si tuviese problemas mecánicos. Me recompuse y me oculté detrás de unas hierbas, decidiendo no ir a investigar por el temor que sentía, y descubriendo que el objeto estaba mucho más cerca de mí de lo que creía. Era sorprendente - la nave más grande que había visto en mi vida, y eso que estuve en el servicio aéreo durante la guerra," escribe el testigo anónimo.

Se da un detalle macabro. La enorme mole había aplastado a varias vacas que no habían huido del pastizal. El testigo prosigue su relato: "Vi como se deslizaba el domo para abrirse. De su interior salieron dos figuras que no eran como los seres humanos. Tenían patas cortas y cuadradas, pero el cuerpo estaba fuera de proporción. Increíble per cierto. Vestían trajes de caucho de color gris y negro, y había más de ellos en la nave, pero a estas alturas me sentía a punto de morir de lo conmocionado que estaba."

El miedo paralizante, sin embargo, no impidió que el testigo pudiese apreciar los detalles de los extraños visitantes. "Uno de ellos comenzó a caminar hacia la playa. Entró en el agua, colocando un gran frasco en el líquido antes de dar la vuelta y regresar a su vehículo. En lo lejos pude escuchar los ladridos del perro de uno de los granjeros, que se acercaba corriendo hacia los extraños, que le dispararon un rayo de color rojo. Lo colocaron dentro de una caja y se lo llevaron. Me agaché para evitar la misma suerte. Apuntaron un dispositivo hacia el cielo, y de la nada apareció una flotilla de objetos que ascendía para perderse en el espacio. Un haz de luz comenzó a barrer la superficie como la luz de un faro, seguida por la aparición de un gas que olía a humo y que rodeó a la nave mientras que sus tripulantes se internaban en ella. El último de los seres miró hacia la maleza detrás de la que me había agachado. Se me quedó mirando, alzó las dos manos en el aire, apuntó hacia el espacio y me saludó. Yo estaba petrificado, y sentí alivio cuando el extraño se internó en su nave. Se cerró la compuerta. Me lancé a correr a una milla por minuto hasta llegar a la casa más cercana".

La narración concluye con el sabio consejo del propietario de la casa, advirtiéndole que no le contase el suceso a nadie para evitar el ridículo, y que ver luces extrañas y quemaduras en el pasto era algo muy común en aquella zona.

El caso resulta curioso por dos - primero, el hecho de que las criaturas extrañas se hayan interesado por el perro y que se lo llevaran. Más de una década más tarde, nos encontraríamos con el caso del cazador que se topa con seres no humanos que le dicen: "sólo queremos llevarnos su perro". La cortina de gas que sale del objeto no identificado y llena la zona inmediata también nos hace pensar en el caso de Donald Shrum (Cisco Grove, California, EEUU, 1964), en el que humanoides y un "robot" llenaron el aire de humo para hacer perder el conocimiento a la víctima, que se había refugiado en las ramas de un árbol.

Tampoco olvidemos que Irlanda es la tierra de los Tuatha de Danann - la raza de semidioses venerada en aquellas brumosas tierras desde la llegada del hombre a esas tierras. Como escribió Jenofonte en el siglo IV a.c., los dioses olvidados que no reciben sacrificios suelen convertirse en demonios que vienen por lo suyo a la fuerza. Pobre perro...y suertudo el testigo.

Wednesday, August 14, 2019

Interceptando Adversarios Desconocidos: Cazas contra OVNIS



Interceptando Adversarios Desconocidos: Cazas contra OVNIS
Por Scott Corrales (c) 2019


Las polémicas en torno a los vídeos tomados por aviadores del portaaviones USS Nimitz en el 2004 frente a San Diego, California han reavivado el interés en los encuentros entre OVNIS y pilotos. Aunque muchos interesados en el fenómeno han visto en esto la 'pistola humeante' que comprobaría la existencia de seres de otro planeta (que no tienen nada mejor que hacer sino hostigar aviones), se nos recuerda que no todo lo que vuela es OVNI, y que el avistamiento puede tratarse de un defecto de los radares.

Por interesante que nos puedan resultar estas filmaciones, cabe recordar que no todos los encuentros entre aparatos desconocidos y vehículos militares suelen acabar sin novedad. Desde el legendario y trágico caso del piloto Thomas Mantell en la 'era dorada' de la ovnilogía, muchos han perdido la vida o desaparecido por completo a raíz de estos encuentros, y es apenas ahora que comenzamos a tomar conciencia de algunos de estos incidentes.

El 8 de septiembre de 1970 había transcurrido sin incidentes dignos de notar hasta las 22:00 horas, cuando un interceptor Lightning de la Royal Air Force británica despegó de la base aérea Binbrook en Lincolnshire, Inglaterra. Estos lanzamientos repentinos - "scramble" en el argot militar - no eran nada raro en aquel momento, ya que las exigencias de la guerra fría y la doctrina de la OTAN exigía la alerta de reacción rápida y el despegue inmediato de aviones de guerra si llegara a detectarse la presencia de bombarderos soviéticos en el horizonte.

Curiosamente, el Lightning estaba al mando de un aviador estadounidense - el capitán William Schaffner de la USAF, participando en un intercambio con el servicio aéreo de Su Majestad. Aquella noche, casi cincuenta años atrás, el piloto que combatió con denuedo sobre los cielos de Vietnam desaparecería de la historia. Su vuelo - el Foxtrot 94 - se desplomó del cielo y cayó en las negras aguas del mar del Norte.

Todo comenzó cuando los radaristas en la base Saxa Vord detectaron la presencia de un objeto desconocido cerca de las islas Shetland. El contacto extraño se desplazaba a 900 kilómetros por hora a más de once mil metros de altura cuando repentinamente cambió su rumbo, aumentó su velocidad casi a Mach 1, y ascendió a trece mil metros. Siguiendo el procedimiento prescrito, los radaristas alertaron a la base de la OTAN en la costa este de Escocia, que despachó dos interceptores Lightning para salir al encuentro del intruso.

Pero los avezados radaristas se dieron cuenta de que sus instrumentos les habían presentado, de repente, una situación imposible: el intruso repentinamente hizo un viraje de 180 grados hacia el norte ante de desparecer de sus pantallas por completo...a la inusitada velocidad de 28,000 kmh, veintidós veces la velocidad del sonido. Sabido era que el legendario SR-71, con sus potentes motores Pratt & Whitney, era capaz de superar Mach 3, pero ¿Mach 22?

El superveloz intruso reapareció varias veces durante las próximas horas y los aviones militares derrocharon carburante en su fallido intento de alcanzarlo. La situación comenzaba a tornarse alarmante, tanto que la USAF tomó cartas en el asunto, lanzando raudos F-4 Phantom desde la base Keflavik en Islandia, aunque estos intentos también se verían frustrados. De haber sido una película, nos sería imaginar a actores como Gregory Peck o Burt Lancaster dando órdenes en el centro de control, con el ceño fruncido, fulminando contra sus subalternos y maldiciendo la tecnología a su alcance. Pero los verdaderos protagonistas de este incidente permanecerán siempre en el anonimato. Lo único que sabemos es que la gravedad de la situación causó la movilización del sistema de alerta temprana en Fylingdales, Escocia y por ende, acción por parte de NORAD (el Mando Aéreo Norteamericano), que dio la orden de preparar el lanzamiento de sus B-52 "Estratofortaleza" con sus cargamentos de bombas atómicas.

Se conserva la transcripción oficial del intercambio entre el desaparecido capitán Schaffner y estación de radar en Saxon Wold. En cierto momento, el piloto afirmó haber hecho contacto con el intruso. Cuando la torre le pidió la identificación del aparato volador - pensando que se trataría de un nuevo MiG o Yakovlev de las fuerzas rusas - el piloto repuso que le era imposible dar detalles. "Aunque veo...una luz azul. Diantre, mira que brilla...muy brillante".

El control de tierra le pidió que revisara sus instrumentos. Schaffner lo hizo, indicando que se hallaba a menos de doscientos metros de objeto desconocido. "Lo tengo a la posición de las tres...espera...hay algo más. Es como una gran pelota de fútbol, pero como si estuviese hecha de vidrio". La descripción adicional proporcionada por el piloto indicaba que el objeto cristalino estaba separado del "objeto cónico" que era el intruso, y que podía tratarse de alguna fuente de energía. "Veo una luz nebulosa, una niebla producida por el calor, está virando, viene hacia mí, tomando medidas evasivas, y a duras penas puedo..."

El vuelo Foxtrot 94 dejó de transmitir en aquel momento. Uno de los radaristas miró con asombro la manera en que el interceptor Lightning y el intruso se amalgamaban a una altura de dos mil metros sobre el mar del Norte. Uno de los contactos realizó una vuelta de ciento ochenta grados hacia el noroeste, desapareciendo a velocidad prodigiosa. El contacto restante - el Lightning permanecía en el radar. Reestablecida la comunicación, el piloto se quejaba de sentirse mareado y de 'haber perdido el conocimiento'. Sus instrumentos estaban inservibles y se tomó la decisión de realizar un amarizaje forzoso.

Cumpliendo con la orden, Schaffner apuntó al Lightnining, chocando contra la superficie. Un avión Shackleton que estaba en las cercanías informó que el impacto había sido tremendo, que la carlinga se había abierto, pero que no había señal del piloto. Aún más extraño para los tripulantes del Shackleton fue ver que carlinga del interceptor se cerraba antes de hundirse, sin señal alguna de su maltrecho piloto.

El rescate realizado posteriormente logró arrebatar al Lightning de los brazos de Poseidón, pero el capitán Shaffner se había esfumado, pasando a formar parte de la lista de desaparecidos...Thomas Mantell...Félix Moncla...Frederick Valentich...

Víctimas de los 'pobladores del cielo'


La tribu denna de la península de Alaska vive temerosa de "los pobladores del cielo”. La tribu tiene un emblema especial que representa a estas extrañas fuerzas – un símbolo que todos reconoceríamos fácilmente: una raya horizontal rematada por una cúpula.



A fines de los años sesenta se circuló una nota de prensa sobre el hallazgo de una avioneta que se había desplomado del cielo luego de haber transmitido un último mensaje, captado por el radiotransmisor de un cazador en esas regiones del norte. El desesperado mensaje de la avioneta indicaba que el aparato estaba siendo rodeado de una extraña luz verde sobre la cordillera Talkeetna y que los motores se habían cortado. Años después, rastreadores nativos se encontraron con los restos de la avioneta y sus congelados ocupantes. Parecía ser que uno de los tripulantes no había muerto durante el choque, y en un gesto sumamente dramático y digno de una narración de horror, había tenido las fuerzas para realizar un trazo en el destrozado fuselaje de la avioneta – la raya horizontal rematada por la cúpula. Los azorados nativos entendieron enseguida que los desventurados pilotos habían sido víctimas del “pueblo del cielo”.

A la merced de objetos desconocidos

Carol Johnson, vecina de Tucson, Arizona (EEUU), supuestamente presenció la persecución de un OVNI por interceptores Grumman A-7 provenientes de la base aérea Davis-Monthan.
El evento, ocurrido en Febrero de 1972, se produjo sobre los cielos de Tucson; Johnson pudo ver la formación de tres interceptores acercándose al objeto desconocido, cuyas dimensiones superaban las de los aviones de guerra por mucho. Justo antes de que los interceptores alcanzasen su objetivo, el OVNI desapareció por completo--como si jamás hubiese estado. La señora Johnson afirmó que los interceptores realizaron una serie de maniobras de búsqueda, pensando que el objeto desconocido pudo haber aterrizado repentinamente. Según el investigador Kevin Randle, afiliado en aquel momento al célebre grupo de investigación APRO, los radaristas de la base Davis-Monthan habían captado el objeto en sus radares, y también existía la posibilidad de que las ametralladoras fotográficas hubiesen captado la desaparición del objeto. Treinta años después, el silencio de la USAF sobre dicho avistamiento sigue siendo sepulcral.

Meses más tarde, en diciembre de 1972, el capitán Richard Bowers tendría su propia experiencia con lo desconocido mientras que volaba su interceptor F-100 Super Sabre a 43,000 pies de altura al norte de Fayetteville, Carolina del Norte, ejecutando maniobras para regresar a la base aérea Pope. La torre de control de la base advirtió al piloto que alguien le venía pisando los talones, sugiriendo que podía tratarse de un piloto privado. Bowers quedó sorprendido, ya que a ningún piloto de avioneta se le ocurriría volar a dicha altura.

Al mirar hacia atrás, Bowers pudo ver un resplandor rojizo. Inclinando su cazarreactor lateralmente al virar hacia la derecha, el piloto de la USAF quedaría sorprendido al ver un objeto cuyas dimensiones correspondían casi a las de su interceptor--sólo que era circular y despedía una extraña luz roja. El interceptor trató en vano de esquivar al intruso, que parecía no tener intención alguna de despegarse de él. Por espacio de diecisiete minutos, el capitán Richard Bowers ejecutó maniobras de evasiva que jamás había realizado desde la guerra de Vietnam--virajes y caídas en picada que fueron vistas desde la tierra por los ciudadanos de Fayetteville, que no dudaron en comunicarse con su periódico y dar parte del suceso.

El OVNI se cansó de jugar y se alejó precipitadamente. Con sus reservas de combustible casi agotadas, el capitán Bowers pudo aterrizar en la base Pope. Su primera acción en tierra consistió en dirigirse a la oficina del jefe de escuadrón para decirle que los OVNI eran algo real, que posiblemente eran hostiles, y la USAF debía hacer algo para garantizar la seguridad de sus pilotos. El exabrupto le ganó una transferencia a una base militar en el oeste de EUA y que fuese dado de baja del servicio activo poco después. Bowers falleció en 1977, convencido de que la fuerza aérea conocía de sobra la naturaleza del objeto que le había atormentado aquella noche en Carolina del Norte.

Monday, August 12, 2019

Misterios sobre el asfalto: OVNIS y automóviles



Misterios sobre el asfalto: OVNIS y automóviles
por Scott Corrales

Una noche del mes de abril de 2018, Jeff Wallace, vecino del estado de Nueva Jersey (EE.UU.) había salido en su vehículo a recoger a su hija de su trabajo en una tienda de ultramarinos. Wallace, de cuarenta y tres años, no pensaba ni de lejos en platillos voladores y marcianos en aquel momento. Pero el fenómeno ovni gusta presentarse ante los incrédulos y los distraídos: el padre de familia miró hacia arriba, presenciando en alquel momento una formación de tres luces en forma de triángulo, desplazándose lentamente por el cielo nocturno. Sin pensarlo dos veces, el chofer detuvo su vehículo para sacar varias fotos borrosas de las luces, que fueron presentadas posteriormente al mando de la USAF en la base conjunta McGuire-Dix-Lakehurst, a treinta millas de lugar de los hechos. Los militares se cruzaron de brazos. No tenían ni la más remota idea de lo que pudiese ser 'aquello'.

La sargento Russell, portavoz de la base, se limitó a decir: "No se puede deducir mucho de las fotos. No nos fue posible opinar".

Desde los primeros dias de la ovnilogía se da la circunstancia de que los motoristas suelen figurar de manera prominente no solo en los avistamientos de objetos voladores no identificados, sino muchos otros fenómenos por igual.

El 10 de Junio del 2005 a las 10:00 a.m., Catherine R. conducía a lo largo de una carretera rural en las afueras de Bundaberg, (Queensland, Australia) cuando vio una extraña criatura incorporada en un prado al lado de la carretera. Mientras que conducía entre matorrales por espacio de noventa minutos, la tesitigo afirmó que “pudo ver por su ventanilla una figura grande y oscura de unos 7 a 8 pies de estatura”. Catherine dijo que la figura “tenía la forma de un hombre pero que era mucho más musculosa, con hombros anchos y el torso de una deidad. No se asemejaba a nada que había visto antes. Era de color oscuro y escamoso. Su color era cenizo, como el de un insecto. Soy una mujer de 22 años de edad y sentí mucho miedo, puesto que me miraba fijamente. Me sentí sumamente incómoda y en shock, y hundí el acelerador hasta el piso. Estaba conduciendo a 100 kmh cuando lo vi y me alejé a 120 kmn. Jamás había visto nada tan extraño”.

Los lectores de temas paranormales están acostumbrados a leer sobre incidentes en Irlanda, por ejemplo, en dónde las cuadrillas de construcción de caminos se niegan a proseguir sus labores si se topan con algún montículo que pueda servir de morada a los duendes. No podemos decir lo mismo de EE.UU., en donde se construyó la carretera estatal 17 (que cruza el estado de Nueva York de este a oeste, conocida hoy como la Interestatal 86) sobre un extenso corredor conocido como the witches' walk ("el paseo de las brujas") por la tribu seneca, creándose así un pasadizo natural para los espectadores de fenómenos paranormales.

Así fué que durante la "década heróica" del fenómeno ovni en el estado de Nueva York--los Setenta--la actividad se concentró sobre los territorios de la tribu seneca. En la noche del 26 de octubre de 1973, los vecinos de los pueblos de Alfred, Angelica y Wellesville (poblaciones situadas en ambos lados del "paseo de las brujas") quedaron atónitos al presenciar un alucinante despliegue de enigmáticas luces voladoras y el paso de un extraño objeto de configuración triangular sobre las vaquerías de la región. Miembros de la policía local figuraron entre los testigos.

El 20 de marzo de 1978, la policía de la ciudad de Salamanca, Nueva York, recibió decenas de llamadas entre las 23:00 y las 01:00 horas sobre un extraño objeto volador del tamaño de dos campos de fútbol americano, rectangular y repleto de luces rojas, blancas y verdes que se desplazó en silencio total sobre la reservación y de ahí hacia Ellicotville, donde los radaristas del aeropuerto local dijeron no haber visto nada en sus pantallas. Los periódicos regionales achacaron el incidente a la premiere de Close Encounters of the Third Kind pocos meses antes--a pesar de que un policía local había logrado tomar fotografías del fenómeno nocturno...

Los nativos insistieron que las misteriosas luces y fenómenos eran el resultado no tan sólo de la construcción de la carretera, sino de un atentado aún peor contra la naturaleza: la construcción de la represa Kinzua en 1960, obra que conllevó la inundación de vastas zonas de terreno consideradas como sagradas por los seneca por incluir no sólo la tumba del jefe Cornplanter, sino las entradas a las moradas de los célebres "Djogaos" y el hábitat natural de High Hat ("Sombrero de Copa"), una criatura emparaentada con los yeti o Bigfoot. Durante la construcción de la represa, los obreros tanto blancos como nativos dijeron haber visto esta criatura mirándolos desde la orilla del recién creado pantano durante el alba y el atardecer. La configuración craneal de la criatura hizo recordar a los trabajadores al sombrero de copa llevado por el presidente Lincoln, quienes se preguntaban en tonos jocosos si "alguien habia visto a Abe Lincoln."

En tierras donde lo sobrenatural está a flor de piel, los sabios prefieren no mencionar lo paranormal y mucho menos los OVNI. Para los seneca, así como para muchas tribus del noreste y hasta de las grandes tribus de suroeste (navajos, hopis, apaches) lo que el hombre blanco ignorantemente llama OVNI y que persigue con tanto afán es en realidad un poder que mata y se conoce con varios nombres de acuerdo a la tribu: el término más comunmene utilizado es Mok-wa-mosa, traducido al inglés como skinwalker ("caminante en pieles" o "trotapieles").

Uno de los mayores temores de los nativos es ir caminando por los bosques de noche y ver una luz brillante entre los árboles y a menudo rozando las copas de estos--señal segura de que algún hechicero o persona con el don de asumir la forma y poderes de un oso va hacia un lugar en específico para causar el mal a sus enemigos. Las descripciones varían de tribu en tribu: algunos dicen que el "trotapieles" no se muda de cuerpos como el hombre-lobo, sino que simplemente se hecha la piel del oso encima y asume sus poderes, mientras que otros afirman haber visto enormes osos, rodados en potentes auras de luz, caminando en dos patas.

Los autores Joanne Teller y Norman Blackwater, ambos pertenecientes a la tribu navajo en el suroeste de los EE.UU., escribieron un libro titulado The Navajo Skinwalker, Witchcraft and Related Phenomena (Infinity Horn, 1996) que detalla el alucinante auge de "trotapieles" entre dicha tribu. Teller y Blackwater expresan que uno de los motivos detrás de su libro es alertar a las demás tribus nativas del país sobre este fenómeno.

Según las tradiciones, los "trotapieles" entran en dicho estado para vengarse de sus vecinos indigenas y nunca contra los blancos, ya que curiosamente, la magia nativa no surte efecto contra ellos. Se dice que el "trotapieles" debe matar una persona al año para evitar que sus enormes poderes se le vayan en contra y lo destruyan. Las reglas que gobiernan sus andanzas son precisas-- solo pueden "trotar" entre las 21:00 hrs. y las 03:00 hrs.; su base de operaciones puede ser una vivienda o guarida oculta; sólo pueden acercarse a las casas de sus vecinos desde el oeste, y dicha actividad sólo puede realizarse cada 3 ó 4 días.

El lector puede pensar que no existe conexión alguna entre estas creencias y el fenómeno OVNI, pero existen varios casos bien investigados por la ufología que bien pueden estar vinculados con la magia de los "trotapieles". Sin alejarnos demasiado del tema, vale la pena examinarlos.

Motoristas a merced de los ovnis

A modo de observación, resulta curioso que esta intensa actividad anómala se veía reflejada--aunque con diferencias un tanto significativas--en otros países. El autor Sebastián Robiou, comentando la casuísitica OVNI del Caribe en su libro Manifiesto OVNI, apunta que desde "mediados de diciembre de 1972 hasta finales de abril de 1973 nadie reportó un avistamiento en toda la República Dominicana [...] En Puerto Rico, excepto un extraño accidente de una avioneta [...] pasó otro tanto desde finales de octubre de 1972 hasta finales de septiembre de 1973. ¡Once meses de preparación de la nueva tormenta!".



A mediados de agosto del "año del humanoide", dos jóvenes puertorriqueños tendrían un encuento con lo desconocido mientras que conducían entre los pueblos de Sábana Grande y Maricao en el suroeste de la isla. Dispuestos a ir a un baile, lo menos en lo que pensaban los dos amigos eran "marcianadas" -- sin emabrgo, se dieron cuenta de una luz sobre una montaña cercana que pensaron provenía de un farol. Sin emabrgo al acercarse, se dieron cuenta que la luz aumentaba de dimensiones.

El chofer, Antonio Jusín, decidió encender las luces largas del automóvil para ver mejor. Lo que tomaron por "farol" se aumentó su brillantez exponencialmente, inundando los alrederdores de una luminosidad extraña. El objeto pasó por entonces sobre los jóvenes antes de desaparecer.

El inesperado destello de luz acabó fundiendo la circuitería del vehículo, dejando inservible la batería, el alternador, el radio y el tocacintas. Ni decir tiene que Jusín y su amigo nunca llegaron a la ansiada fiesta.

Corria el mes de junio de 1965 cuando Jeff Marx y tres pasajeros – su mejor amigo Alan Lindley y las respectivas novias de ambos, Mary y Lily – conducían por los caminos del municipio de Cranberry al norte de la ciudad de Pittsburgh. Paseando en un descapotable blanco para disfrutar de la cálida y agradable noche una semana

después de haberse graduado de la high school y con el panorama del futuro ante ellos, ninguno de los cuatro podía imaginar en aquel momento – dominado por canciones de los Beach Boys y el eco de una guerra lejana en el sudeste de Asia –que una fuerza desconocida estaba a punto de irrumpir en sus vidas.

“En aquel momento”, me dice Jeff Marx durante la entrevista, “tuve un descapotable que juega un papel principal en este avistamiento. Lo que muchos considerarían como la prueba de lo sucedido”.

Esa noche, recuerda Marx, había pasado a recoger a sus amigos y se fueron juntos a jugar golf miniatura, y de ahí a comer pizza. Como era tarde, y las chicas tenían que regresar a sus casas antes de la medianoche, los cuatro decidieron emprender el camino de regreso a sus hogares. Sin embargo, Alan le pidió que diesen un paseo por los caminos rurales para que pudiesen disfrutar de una botella de cerveza que había traído consigo. “Iba en dirección norte a lo largo de la Carretera 19 e hice un viraje a la derecha para entrar en el camino Freedom-Cryder Road. En 1965 se trataba de una zona rural, con granjas al final del camino hacia el poblado de Freedom. Realizamos ese viraje entre diez y veinticinco minutos después de las diez de la noche”.

Mientras que el descapotable recorría los caminos rurales, Alan le pidió a Jeff que detuviese la marcha, porque estaba sucediendo algo sumamente extraño. “Aquella luz nos viene siguiendo desde hace algún tiempo”, explicó su amigo, agregando una vez detenidos en la cuneta: “Esa luz allá arriba. Se nos acerca demasiado y no puedo escuchar ningún sonido”.

Un tanto nervioso, como si el recuerdo vivo del suceso le espantase cuarenta años después, Marx explica que tampoco le fue posible escuchar sonido alguno, aunque las dimensiones de aquella luz en el cielo negro parecía ir en aumento a la par que se les acercaba. “Decidimos salir de ahí, pero el motor se negaba a arrancar. Salimos del automóvil saltando y corrimos al otro lado de la carretera para refugiarnos bajo un árbol caído que estaba en un campo. A estas alturas el objeto se encontraba directamente sobre el automóvil, iluminando la zona. A pesar de la oscuridad que reinaba, me era posible ver mi vehículo sin problemas. Alan manifestó que el objeto le recordaba a la forma de una lágrima, mientras a mí me parecía un cono de helados, pero invertido”.

Marx se maravilla de un aspecto específico del objeto desconocido: “Era de color blanco, un blanco ardiente, muy brillante, más brillante que cualquier cosa que haya visto yo en mi vida. Se oscilaba y se balanceaba de un lado a otro. Sentía ganas de poder verlo mejor, y me incorporé para mirarlo. Fue entonces que sentí una oleada de calor contra mi rostro”.

Sus pasajeros claramente no compartían la sensación de curiosidad: Mary estaba al borde de la histeria, gritando que todos iban a morir; Alan y Lily tuvieron que arrastrar a Jeff para ocultarlo nuevamente bajo la supuesta seguridad del tronco caído después de su intento por examinar el fenómeno mas detenidamente. “Mary estaba sumamente turbada”, añade Marx en este punto. “El evento verdaderamente le hizo enloquecer”.

Un plazo de tiempo que parecía ser una hora completa transcurrió antes de que el centellante objeto completase su inspección del vehículo estacionado en la cuneta. El aparato se alejó flotando del automóvil, moviéndose hacia arriba y adquiriendo velocidad, despareciendo de vista en cuestión de segundos. Marx recuerda que el objeto adquirió matices escarlatas antes de desaparecer.

“El incidente nos dejó bastante conmocionados”, declara Marx. “Otro automóvil se acercó en el sentido contrario en la misma carretera, deteniéndose al lado de mi vehículo para mirarlo antes de alejarse a toda velocidad. No sé si se trataría acaso de un testigo de lo sucedido, pero después de echarle un vistazo al automóvil, el individuo no demoró en alejarse lo más pronto posible”.

Regresando al vehículo, los adolescentes trataron de abrirá las puertas, descubriendo en aquel momento que las asideras se encontraban sumamente calientes. Una vez sentadas, las chicas comentaron que el asiento posterior estaba casi igual de caliente. Un calor parecido emanaba del salpicadero y del volante. “La franja de cromo que rodeaba en parabrisas estaba tan caliente que no me era posible tocarlo sin quemarme la mano”.

El descapotable de marca Impala arrancó sin incidentes y los cuatro testigos al inusual fenómeno luminoso regresaron a sus casas en silencio. “Alan y yo llevamos a nuestras novias a sus hogares. Nos dijeron que jamás querían volver a saber del asunto y que lo mejor sería que no le dijésemos nada a nadie, puesto que nadie iba a creer a cuatro adolescentes cuyos alientos olían a alcohol”, explica Marx. “Mary dijo que jamás quería hablar del asunto, que no había sucedido en lo que respectaba a ella, y que si se le ocurría a alguien decir algo, negaría de plano haber estado ahí”.

Al contrario, Marx y su amigo Alan Lindley hablaron largo y tendido sobre el incidente, pensando cuál pudo haber sido el origen de aquella extraña luz. Alan no vaciló en pensar que pudo haber sido “algo de otro mundo”, pero hasta el sol de hoy, Jeff Marx no tiene ni idea ni explicación sobre la naturaleza del intruso luminoso.


Aberraciones del tiempo/espacio

Los casos contemporaneos relacionados con las desaparaciones misteriosas por lo general no tienen que ver con individuos que tratan de esfumarse ante los ojos de sus contemporaneos por alguna u otra razón. Sus desapariciones son, por lo general, repentinas e inesperadas, ocurriendo de dia o de noche, y en algunas ocasiones resultando en la desaparición del vehiculo que les transportaba.

En 1941, un equipo de rescate suizo recibió la orden de emprender la busqueda de algunos alpinistas que no habian regresado a su campamento. Tras de varios dias, la misión de rescate encontró las huellas de los alpinistas, que se desaparecian abruptamente en medio de un glaciar. En este caso, las autoridades dictaminaron que "se trataba de una desaparción cuyas circunstancias resultaban dificiles de determinar con certeza, debido a la naturaleza de los hechos."

Ciertos lugares en nuestro mundo han adquirido fama como sitios en donde las desapariciones humanas no son nada fuera de lo comun. Algunos de ellos, como el mal-llamado "Triangulo de las Bermudas" en el Atlantico, el "Triangulo del Diablo" en el Japón, o el "Triangulo de los Grandes Lagos" en Canada han formado parte del canon de lo paranormal durante mas de 30 años. Pero en mayor grado que las aguas del mundo, las montañas a menudo desempeñan el papel de lugares de desaparición. En las tradiciones griegas antiguas, los viajeros que se acercaban demasiado a los montes Parnaso y Olimpo corrian el peligro de desaparecer para siempre. La montaña de El Yunque en Puerto Rico, el monte Glastonbury en Nueva Hampshire (EUA) y el monte Inyangani en el este de ZimbabueE

El escenario, en algunas ocasiones, no es ni lejano ni exótico: puede tratarse de una carretera en un sitio despoblado, tiempo lluvioso, un automovilista cansado con muchos kilómetros por recorrer. De repente hay alguien en la cuneta, haciendo ademanes comunes a los que practican en “auto-stop” (el famoso hitchhiking estadounidense). Sorprendido, el chofer detiene la marcha para permitir la subida de un desconocido o desconocida a su vehículo. Entablan una conversación muy amena, o en otras ocasiones el viaje sigue en un silencio total. Algunas veces el pasajero misterioso pide abruptamente la bajada en un punto de la carretera; en otras, el chofer deposita al hombre o mujer frente a algún edificio o casa. El viaje prosigue sin novedades.

No es sino hasta algún tiempo después que el chofer se entera por amistades – o por haber concertado una cita, en algunos casos – que la persona que recogió en la carretera había muerto tiempo atrás, y que aquel cuerpo que ocupó el asiento a su lado (y que abrió y cerró la puerta por sus propios medios) no era más que una manifestación sobrenatural. El azoro del chofer es total, y la anécdota pasa a formar parte de algún recopilatorio de casos de fantasmas o de alta extrañeza de los que se han publicado a granel en las últimas décadas.

El parapsicólogo intenta explicar estas aberraciones como desdoblamientos del inconsciente o proyecciones del ánima o del ánimus (si el chofer es mujer); el cazafantasmas se aventura a opinar que alguien murió en determinado sitio en la carretera y que esa energía residual insiste en completar el viaje de regreso a casa; el escéptico le echa la culpa a conducir con el estómago vacío o los tragos demás que lleva el chofer adentro, aunque el testigo sea abstemio empedernido.

Se nos hace más difícil explicar, sin embargo, aquellos casos en que el chofer va acompañado y no hay autostopistas por ninguna parte (o nadie pidiendo aventón, para los lectores mexicanos). El automóvil y sus tripulantes, en plena posesión de sus facultades, llegan a un sitio en el que la realidad se torna irreal y la locura amenaza a los testigos, como en una novela de horror que se consiguen en los kioscos de cualquier aeropuerto. De hecho, ¿qué otra posibilidad nos queda, cuando llegamos a un sitio que no existe?

En 1971, Donald Weather tenía 17 años y aún le faltaba un año para graduarse de la escuela superior. Acompañado por dos amigos, decidió ir a ver una ceremonia nativoamericana (pow-wow) en la población de Linesville, Pennsylvania, cerca del lago Pymatuning. Se desplazaron por una autopista moderna -- la interestatal 80-- hasta llegar a una salida que, según el mapa de comunicaciones que llevaban consigo, les conduciría a la vera del lago y a la ceremonia en cuestión.

Pero todo comenzó a irles mal desde el momento en que llegaron a la salida de la autopista, perdiéndose en una serie de caminos rurales en la oscuridad (Weather indica su experiencia se produjo entre las 22:30 y 23:00 horas). Al igual que en el caso del ingeniero británico y su cafetín fantasmal, los jóvenes habían salido de la ciudad de Columbus (Ohio) sin haber cenado. En este momento les importaba más llegar a un restaurante que ver una ceremonia indígena.

“De repente”, indica Weather en su escrito para el boletín de la Mid-Ohio UFO Associates (MORA), “hicimos un viraje a la derecha y no habíamos transcurrido más de media milla cuando una oscuridad absoluta nos envolvió”.

La descripción que ofrece el testigo sobre la oscuridad en la que tanto él y sus amigos se vieron sumidos es inquietante: “La oscuridad tenía cierta riqueza, casi podría decirse un espesor, como si nos hubiésemos internado en el corazón de un túnel hecho de pudín de chocolate del que no se escapaba ni la luz. Antes había sido pura oscuridad nocturna – ahora era la oscuridad absoluta propia de las cavernas en la que no puede entrar la luz [...]. El incidente era tan singular que todos nos quedamos callados, si no me falla la memoria. Era como si anticipáramos que algo iba a suceder”.

Weather y sus amigos, presos de la oscuridad total que arropaba el camino vecinal, no sintieron el pánico que esperaríamos en una situación de tal magnitud. El tiempo parecía no haberse detenido, sino carecido de importancia alguna en este extraño vórtice. La negrura total se vio sustituida por la oscuridad de una noche en la ruralía estadounidense.

Los adolescentes comenzaron a ver objetos normales pero que guardaban cierta extrañeza: a cada lado de la calle podían ver los postes del tendido eléctrico, pero más antiguos, indicando que habían entrado en una comunidad. “De todas las cosas raras que vimos a continuación, no puedo decir quien fue el primero en darse cuenta, pero gradualmente, todos descubrimos que no todo estaba bien en este extraño poblado”.

Lo que más impactó a los jóvenes en el automóvil fue el cine del poblado, afuera de cuyas puertas había grupos de adolescentes aparentemente esperando la próxima función, aunque todos iban vestidos a la usanza de la década de 1950 – chicas con faldas acampanadas y tobilleras, chicos de cabello engominado y chaquetas que reflejaban el nombre de su escuela. Más sorprendente aún es que la película que estaba por ver era The Blob, el gran clásico de la ciencia-ficción, que estrenó en 1958.

Weather y sus amigos no daban crédito a lo que estaban viendo. “Todos miramos a la izquierda, conduciendo lentamente, sin poder creer lo que estábamos viendo.”

Lo singular de este caso anecdótico es que los visitantes de otro tiempo eran, por lo visto, claramente visibles a los adolescentes de la década del rock-and-roll. “Mientras que mirábamos a los adolescentes frente al cine, nos fijamos en que ellos también nos miraban y hacían señas, apuntando con sus dedos y con un asombro total dibujado en sus rostros. Luego percibimos automóvils de aquella época, los grandes y redondos, pero parecían totalmente nuevos. En este momento Ray (el chico que conducía el vehículo) comenzó a preguntar en voz alta si el detenerse en esta población para comer algo era una buena idea. Entonces vimos un coche patrulla de los años cincuenta, con las luces rojas en el techo...eso hizo que saliéramos disparados de ahí”.

Tristemente para nosotros, el relato concluye ahí. Donald Weather no nos indica el momento en que él y sus amigos abandonaron la pseudorrealidad de 1950 y volvieron a su tiempo (1971) o si al salir de aquella población fantasma les fue necesario internarse de nuevo en la zona de oscuridad absoluta.